El túnel de Príncipe Pío, el único que pagará el Ayuntamiento, atrae a numerosas constructoras

El túnel de Príncipe Pío ha atraído a un número inusual de constructoras. Once empresas, con 32 alternativas, optan a excavar el paso que unirá la cuesta de San Vicente con la carretera de Extremadura. Los dos subterráneos anteriores (Conde de Casal y Alfonso XIII) sólo llamaron la atención a cuatro firmas. Pero algo les diferencia. El proyecto de Príncipe Pío será sufragado. íntegramente por las arcas municipales, mientras que los otros debían ser pagados por las propias empresas con la venta de aparcamientos.

Las empresas prefieren lo seguro, es decir, "construir sin más complicaciones", reconoció ayer el concejal de Obras, Enrique Villoria, a la vista del elevado número de proyectos para el túnel de Príncipe Pío que se han presentado, el único paso de los seis previstos que pagará el municipio.Villoria comentó que su fórmula de adjudicar los túneles con aparcamientos adjuntos con los que financiar la obra es incómoda para las constructoras. "Pero las empresas vigilan su economía y nosotros la del Ayuntamiento", justifico. "Y a veces hacemos lo que no es bueno para las empresas, pero sí para el Ayuntamiento".

El túnel de Príncipe Pío no tendrá aparcamientos porque el limitado espacio de la zona lo impide. Así, pues, el Ayuntamiento deberá pagar la factura de la obra, que, dependiendo del proyecto por el que se opte, oscilaría entre los 600 y los 1.600 millones de pesetas.

Dentro de este abanico de millones están prácticamente todas las opciones posibles. Hay propuestas para hacer un túnel corto que nacería en la cuesta de San Vicente a la altura del paseo del Rey, la calle por donde se desvía el 25% de los vehículos que acceden desde la carretera de Extremadura. Otros proyectos alargan el túnel hasta la calle de Arriaza y vomitan los coches cerca de la plaza de España. En alguna se incluye un túnel extra para acceder al paseo del Rey o se propone que el paso transcurra bajo el Campo del Moro.

Dos proyectos más desechan el túnel y se inclinan por un paso elevado. En uno se dibuja un puente sobre la glorieta de San Vicente sujetado por tirantes al estilo del puente del Alamillo sevillano. Otra, solución propone el túnel bajo la glorieta, pero en sentido avenida de Valladolid-paseo de la Virgen del Puerto y sacar el tráfico de la cuesta de San Vicente por un nuevo puente sobre el río Manzanares que evitaría, las cerradas curvas de la carretera de Extremadura.Los técnicos municipales deberán estudiar con celeridad todos los proyectos porque el Gobierno municipal tiene intención de adjudicarlo este mismo mes.

El alcalde, José María Álvarez del Manzano, quiere evitar que esta obra coincida con su proyecto emblemático, la reforma de la plaza de Oriente, que se acometerá en la misma zona de Madrid. Los trabajos durarían unos 18 meses.

La contusión del Rey

El Ayuntamiento pretende aprovechar la ocasión para volver a instalar en la glorieta la puerta de San Vicente, proyectada en 1775 por Francisco Sabatini, durante el reinado de Carlos III, y desmontada en 1890 para ampliar los accesos a la capital.La Hoja del Lunes abogó en 1967 por la reconstrucción del monumento, cuyos pilares, una vez desmontados, reposaron en la Casa de Campo, La Casa Real también insistió en varias ocasiones a los distintos alcaldes para que recuperaran la puerta. Contaba el rotativo que tal insistencia la provocó un accidente infantil de Alfonso XIII, que se hizo "una contusión" en aquellos sillares "que asustó seriamente a su madre, María Cristina".

Pero aquellas piedras ya no existen. Durante la guerra civil sirvieron de parapeto o se utilizaron para diferentes obras de la Casa de Campo. En 1962, el Ayuntamiento aprobó una moción para reproducir la puerta con un presupuesto de un millón de pesetas. El consistorio actual pretende recuperar aquel acuerdo municipal, aunque en este caso no hay partida económica para afrontar la obra. Villoria espera encontrar un mecenas que sufrague la obra utilizando el mismo sistema de patrocinio con el que se restauró la puerta de Alcalá.

Obras también quiere aprobar este mes un nuevo concurso del paso de Conde de Casal. En esta nueva convocatoria se anularán algunas de las piezas previstas inicialmente, como la estación de autobuses urbanos conectada con un aparcamiento disuasorio. Este concurso se suspendió en diciembre al no respetarse el pliego de condiciones inicial.