El Congreso insta al Gobierno a endurecer las normas para dar permisos a los presos
El Congreso instó ayer al Gobierno, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, a que antes de dos meses presente un proyecto que modifique la vigente Ley General Penitenciaria para adoptar medidas restrictivas sobre la concesión de permisos carcelarios y sobre el cumplimiento de las condenas. Al mismo tiempo, el secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, anunció ayer que la Administración denegará la concesión de permisos a los presos siempre que haya la más mínima duda sobre el comportamiento del recluso cuando salga a la calle.
El Grupo Popular del Congreso presentó una proposición no de ley por la que se instaba al Gobierno a modificar las normas penitenciarias, para que se exigiese un cumplimiento mínimo de la mitad de la condena impuesta por los jueces para que los reclusos puedan ser clasificados en tercer grado, es decir, en aquella situación en la que se permite a los internos salir durante el día de la prisión para trabajar y disfrutar de permisos de salida durante los fines de semana.El Grupo Socialista presentó una enmienda a esta proposición del Partido Popular en la que pretendía solicitar al Gobierno que adopte las iniciativas necesarias para asegurar que en la concesión de permisos de salida a los reclusos "se apliquen criterios selectivos" y se distinga entre los internos, según el delito por el que hayan sido condenados, la duración de la pena y las circunstancias personales, que se estudiarían caso por caso.
El grupo de Convèrgencia i Unió (CiU) presentó, a su vez, otra enmienda, aunque más próxima en su contenido a la línea de la que partió de las filas del Partido Popular.
Comportamiento dudoso
Por otro lado, la Administración denegará la concesión de permisos a los presos siempre que tenga la más mínima sospecha sobre su comportamiento una vez en libertad, según dijo ayer el secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, informa Miguel González.
"Tan legal es conceder un permiso como denegarlo y cuando se ofrezcan dudas [sobre la posible reincidencia del delincuente] no hay que concederlo", dijo Asunción, quien subrayó que "la Administración está. dispuesta a asumir muy pocos riesgos" en materia de concesión de permisos a los presos.
El incremento de los controles en la concesión de permisos, tras la polémica originada por el triple crimen de Alcàsser, así como las amenazas contra los responsables de las prisiones por parte de ETA, fueron los principales temas abordados en la reunión que, durante la jornada del lunes y ayer, mantuvo Antoni Asunción con los directores de las 80 cárceles dependientes de la Administración central en un lugar de Madrid, que no fue revelado por razones de seguridad.
Mientras, el ministro del Interior, José Luis Corcuera, protagonizó ayer un incidente en la Cámara alta con el senador del Grupo Popular Joaquín Cotoner Goyeneche, al que llamó "perfecto necio" después de que el parlamentario le pidiese su dimisión. Cotoner pidió la renuncia del titular de Interior por sus continuas "necedades" con relación al triple crimen. perpetrado el 13 de noviembre contra tres niñas en la localidad valenciana de Alcàsser.
El parlamentario popular, durante el pleno de la Cámara alta, preguntó por qué las fuerzas de seguridad no habían logrado detener a Antonio Anglés, uno de los presuntos asesinos de las tres adolescentes.
José Luis Corcuera reconoció ante el pleno del Senado que de la puesta en libertad de Anglés puede derivarse alguna responsabilidad política, aunque no especificó de qué tipo ni bajo responsabilidad de quién, y reiteró que en última instancia son los jueces quienes conceden los permisos penitenciarios como el que disfrutó el presunto asesino.
El máximo responsable de Interior negó que el fugado hubiese vivido, tras un permiso del juez de vigilancia penitenciaria concedido en marzo de 1992, en su casa de Catarroja, cerca de Alcàsser. Indicó que se refugió en casas y cabañas de Llombai, Albarache y Villamarchante dónde no pudo ser localizado por unas fuerzas de seguridad que, admitió, son reacias a perseguir a delincuentes que son detenidos y salen en libertad en días. Aclaré, no obstante, que la policía no se inhibe.
"Usted", concluyó José Luis Corcuera dirigiéndose a Cotoner, "es un perfecto necio". El Grupo Popular abucheó al ministro tras estas palabras. "Chillen, chillen", se despidió el titular de Interior, "que da igual lo que digan". "Solamente hay una razón y como siempre no está de su lado".
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