_
_
_
_
_

Tres muertos al caer un helicóptero de Tráfico en el aeropuerto de Sevilla

Tres personas murieron en la tarde de ayer al estrellarse en el aeropuerto de San Pablo de Sevilla un helicóptero de la Dirección General de Tráfico (DGT). Los fallecidos son el piloto Luis Aranguren Egaña y los mecánicos Luis Miguel Camba Martínez y Manuel Castellano Azaiz, pertenecientes a la mencionada dirección general. Al cierre de esta edición se desconocían las causas exactas del siniestro, pero fuentes de la DGT de Madrid indicaron que el helicóptero había sido reparado recientemente y que los ocupantes se disponían a probarlo para ver si la reparación era correcta.

El accidente ocurrió sobre las 16.30 de ayer. Los tres ocupantes del aparato murieron en el acto, según informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Sevilla. Los fallecidos son Luis Aranguren Egaña, de 36 años, Luis Miguel Camba, de 26, y Manuel Castellano, de 31 años. Los tres llevaban destinados muy poco tiempo en Sevilla, ya que la plantilla de este cuerpo suele rotar con bastante frecuencia.Según informó el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Garrido, el helicóptero iba a realizar un vuelo de prueba. El comandante piloto fallecido, Luis Aranguren Egaña, tenía, según comentó el delegado del Gobierno "mucha experiencia de vuelo y lógicamente en los temas de navegación aérea la temeridad no se lleva nada".

Garrido aseguró que no ha habido ninguna razón especial para ofrecer los primeros datos tres horas y media después del accidente y que el único motivo ha sido comprobar los nombres de los fallecidos y para no dar lugar a errores. Garrido indicó que la información había sido retenida para evitar que los familiares se enteraran del suceso a través de los medios de comunicación.

Fallo técnico

El delegado del Gobierno dijo que no hay ninguna razón para pensar que el helicóptero, que tenía un año de antigüedad, "estuviera averiado", ya que los pilotos no habían transmitido ni a la torre de control ni a sus compañeros que el aparato tuviera problemas técnicos.Según los primeros indicios, el accidente no se debió a un error humano "sino un fallo técnico". El helicóptero, perteneciente a la flota que la Dirección General de Tráfico tiene en la capital andaluza, se encontraba estacionado cerca de la torre nueva del remodelado aeropuerto de San Pablo de Sevilla, en un área próxima a la zona de avituallamiento de los helicópteros de los que dispone la Dirección General de Tráfico.

Según fuentes policiales, el aparato cayó a los cuatro minutos de despegar a una altura de unos 200 o 300 pies, produciéndose al instante una gran explosión y una gran humareda. El impacto, según testigos presenciales, fue muy violento y no quedaron apenas restos del aparato ya que la máquina se incendió de inmediato.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los pilotos, según fuentes del aeropuerto sevillano, no comunicaron a la torre de control ninguna anomalía. El tráfico aéreo del aeropuerto de San Pablo no fue interrumpido por la caída del helicóptero, ya que el lugar donde se produjo el suceso se encuentra alejado de las pistas.

Según los primeros datos que ofreció el ejecutivo del servicio del aeropuerto de Sevilla Jesús Tizón, el helicóptero pidió permiso a la torre de control para despegar y puso los rotores en marcha sobre las 16.30. Tras comprobar el funcionamiento de las hélices durante cuatro minutos, el aparto despegó y a los 30 segundos se fue a tierra. El helicóptero que quedó totalmente calcinado, era del tipo Ecuriel monoturbina y, al cierre de esta edición, se desconocían las causa, exactas del accidente.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_