Del acuerdo franco-alemán al compló
La tregua decretada por el Bundesbank el pasado jueves -la tercera desde que el inicio de la tormenta monetaria- no ha conseguido hacer olvidar a los socios comunitarios las actitudes que ha mantenido el eje franco-alemán durante los últimos cinco meses. Los países damnificados por la estricta política monetaria del banco central alemán -entre ellos España-, reconocen que la bajada de tipos de interés permite estabilizar el Sistema, pero encuentran puntos oscuros en una medida no justificada en este preciso momento.Fuentes oficiales españolas explicaban que el Bundesbank tan sólo ha salido en defensa del SME en tres ocasiones: las tres veces que el franco francés ha estado en serios apuros. El 23 de septiembre -una semana después del miércoles negro-, François Mitterrand y Helmut Kohl, acordaban que Alemania apoyaría sin límites al franco al margen de los mecanismos del SME. El acuerdo motivó algunas leves críticas que fueron creciendo a medida que se recrudecían las turbulencias monetarias en la CE y que se hacían especialmente fuertes a principios de enero, cuando Alemania y Francia resucitaron el acuerdo para frenar la presión contra el franco.
Baremos diferentes
Estas críticas alcanzaron su cénit el fin de semana pasado, cuando la libra irlandesa se vió obligada a devaluarse un 10%, después de largas semanas de lucha solitaria. El Gobierno irlandés alzó la voz contra el Bundesbank y recibió el apoyo directo del primer ministro portugués, Anibal Cavaco Silva. ¿Por qué se van dejando caer, una tras otra, las monedas de los países más débiles del SME y sólo se actúa cuando se ven amenazadas las cinco fuertes?, se preguntaban en Davos algunos expertos financieros.
La respuesta no se hizo esperar por parte del ex primer ministro francés, Raymond Barre. "La devaluación o la flotación del franco supondría el fin del SME", afirmó, "aunque eso es lo que desean en ciertas plazas financieras". Barre insinuó la existencia de un compló por parte de Reino Unido y otros países que han salido mal parados en la crisis y recibió el apoyo inmediato del ministro de Finanzas, Michel Sapin, que desde París insistía en que el franco no podía caer. Y el Bundesbank respondió con la esperada reducción de tipos de interés.
"El mensaje ha estado muy claro", comenta la citada fuente oficial española, "Alemania ha decidido que hay que actuar porque se podía romper el bloque fuerte de las cuatro divisas que giran en torno al marco y poner en peligro el proceso de unión monetaria. El siguiente paso podría ser pisar el acelerador y dejarnos atrás".
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