Polémica en Alemania por una serie que ridiculiza a los ciudadanos del Este

Una nueva comedia de la televisión alemana, que tiene como tema la difícil convivencia entre la Alemania del Este y la del Oeste, ha desencadenado una ola de protestas. El protagonista, un wessi (alemán occidental) de Berlín, se llama Motzki, como la serie, y profesa una rencorosa animadversión hacia los ossis (alemanes orientales).

Cerca de 8,4 millones de alemanes siguieron el martes el primero de los 13 capítulos de la serie de la primera cadena de televisión, ARD."Motzki hace crecer el muro en nuestras cabezas", se lamentó el secretario general de la Democracia Cristiana (CDU, el partido del canciller Helmut Kohl) de Renania-Westfalia, Herbert Reul, quien pidió que se cancele inmediatamente la emisión.

Wolfgang Menge, autor de otra serie que en la década de los setenta ya enfrentó a los germanos, con otra imagen televisiva del "alemán feo", es el creador del personaje de Motzki, que ve en los ciudadanos de la antigua República Democrática Alemana únicamente a una banda de "vagos y maleantes" empeñados en sacarle de los bolsillos sus "buenos marcos alemanes".

Motzki es un berlinés occidental, jubilado y viudo reciente, a quien su cuñada del Este hace las labores domésticas a cambio de un sueldo de miseria, al tiempo que 'le sirve de pararrayos para sus permanentes y violentas diatribas contra los ossis.

"Tipos así abundan por todas partes, ¿por qué enseñarlos además por la pequeña pantalla?". En este sentido se expresaba una de las protestas anónimas que se recibieron después de la emisión del primer capítulo en las oficinas de la ARD.

El protagonista de la telecomedia es "inverdadero vomitivo" y la serie está por completo "falta de nivel o de buen gusto", fueron los calificativos más escuchados.

En un sondeo realizado por el diario sensacionalista Bild, destacados políticos se mostraron contrarios a la serie. Sin embargo, el diputado germano-oriental Konrad Weiss, de Alianza 90 / Verdes, opinó que el protagonista "es el vomitivo occidental más amable que conozco, ya que comparado con los motzkis de la vida real es un osito de peluche".