Sobre coches y seguros

Es a propósito de la carta de un lector, don Antonio Moral García, de Alicante en la que viene a contestar a una mía. Tema, el seguro de los coches. Me quejaba yo de un error del EL PAÍS cuando en éste se anunciaba: "La cobertura mínima del seguro obligatorio de coches aumenta desde enero a 15 millones por muerte". Y añadía que no es por muerte, sino por daños a las personas.Y el señor Moral, en la suya, afirma que quien está en un error es el que suscribe y no EL PAÍS, y pone un ejemplo: "Los tribunales de Alicante, en aplicación de unos baremos orientativos establecidos por la Dirección General de Seguros, vienen fijando indemnizaciones de 15 millones por muerte, que se incrementan en cuatro millones más por cada hijo que deje el fallecido".

En sintonía con lo de los 15 millones por muerte, ¿cabría entender que en 1996, cuando cumpliendo con el Tratado de Adhesión a la Comunidad debamos elevar el límite de daños corporales a 47 millones, es ésta la suma que corresponderá para una indemnización por muerte? Como se ve, no tiene sentido suponer tal cosa; ni común ni jurídico. Así pues, daños a las personas o corporales y no por muerte, concepto que debe entenderse subsumido en el primero.

Que se eleven los límites del SOA de 8 a 16 millones para daños corporales no significa que los tribunales deban elevar las indemnizaciones, si comprenden, como parece lógico que así sea, que el incremento de los mismos sólo significa que se amplía esta cobertura.

Respecto al baremo orientativo al que el señor Moral se refiere, su automática elevación no representa gran cosa, habida cuenta que los tribunales, cuando lo han tenido en cuenta, en general ha sido -salvo en muchas menos ocasiones de las que se estimó previsible- para duplicar o multiplicar las sumas establecidas en aquél, lo que, aparte de que sea o no un criterio acertado -éste no es el tema-, excede de cualquier consulta orientativa. El fraude, la crisis económica generalizada que vivimos y la particular del sector seguros del automóvil son hechos desgraciadamente bien patentes y ya por todos conocidos, que sin duda están invitando a los tres poderes -legislativo, ejecutivo y judicial- a un profunda reflexión sobre el tema de las indemnizaciones, la legitimación de los perjudicados y la acreditación de sus perjuicios. Y finalmente un breve apuntamiento: el señor Moral y todos debemos saber que existe un proyecto para una nueva Ley de Uso y Circulación de Vehículos a Motor, cuyo rasgo principal es limitar las indemnizaciones. Pero de eso es mejor hablar más adelante.-

Director de la publicación Automóvil, Derecho y Circunstancia.