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Bérégovoy, vinculado a un industrial procesado por corrupción

El primer ministro de Francia, Pierre Bérégovoy, también tiene que bregar con un escándalo asociado a su nombre. Según acaba de revelar Le Canard Enchaîné, el dirigente socialista recibió un préstamo sin intereses de 20 millones de pesetas ole Roger-Patrice Pelat, un hombre de negocios implicado en casos de tráfico de influencias y uso de información privilegiada, para financiar su vivienda personal.Pelat, amigo personal del presidente François Mitterrand, falleció en 1989, cuando la justicia investigaba el llamado escándalo Pechiney. El año anterior, había adquirido a bajo precio 10.000 acciones de la empresa norteamericana de embalajes Triangle, de la que, merced a sus amistades en el seno del poder socialista, sabía que iba a ser comprada por el grupo nacionalizado francés Pechiney. En la operación Pelat obtuvo una plusvalía de 60 millones de pesetas.

En el momento en que se cocinaba la compra de Triangle, Pelat no sólo era un visitante asiduo del palacio del Elíseo, sino también del Ministerio de Economía y Finanzas, donde reinaba Bérégovoy.

Según Le Canard Enchaîné, Bérégovoy recibió de Pelat en septiembre de 1986 un préstamo de un millón de francos (unos 20 millones de pesetas), sin intereses, destinado a financiar la compra de un apartamento en París. El actual primer ministro se ahorraba así el pago de unos 2 millones de pesetas de intereses anuales.

Bérégovoy no niega los hechos. Dice: "Todo está perfectamente claro. El préstamo fue registrado en un notario y declarado a la administración fiscal. Yo tenía hasta 1995 para devolverlo, sin intereses. Después de la muerte de Pelat, el saldo fue liquidado". Bérégovoy añade que en ello no hay nada de ilegal.

Nadie discute por el momento la legalidad del préstamo, pero muchas voces se interrogan en Francia sobre su moralidad. Pelat no fue sólo el protagonista del caso Pechiney. El juez Thierry Jean-Pierre acaba de descubrir que cobró en 1985 una "comisión" de una importante empresa de construcción para que usara sus influencias en el Ministerio de Hacienda, que entonces también dirigía Bérégovoy, para la firma de un contrato en Corea del Norte.

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