Los Doce tendrán este año 17 millones de parados, la cifra más alta desde 1986

El comisario de Economía, el danés Henning Christophersen, presentó ayer a la Comisión Europea el informe económico anual. El documento dispara todas las alarmas sobre la situación de la economía de los Doce. El mayor problema europeo, el paro, continuará agravándose: en 1993 habrá dos millones de parados más que en 1991 en toda la Comunidad; en total, 17 millones de personas, tasa equivalente al 11%, el peor nivel desde 1986. Más allá de las cifras, el análisis de la Comisión sobre la crisis económica reconoce que las instituciones europeas "fracasaron a la hora de proveer a los agentes económicos del marco necesario [para evitar la crisis] y disminuyeron su confianza".

El informe económico anual de la Comisión Europea, que ofrece un sombrío horizonte para este año, es la primera respuesta institucional a la demanda formulada por los jefes de Estado y de Gobierno en Edimburgo, en el Consejo Europeo que se celebró los días 11 y 12 de diciembre.Las respuestas son desalentadoras. El comisario Christophersen asegura que la evidencia disponible "sugiere que el PIB (Producto Interior Bruto) de la CE podría haber disminuido en el último trimestre de 1992", evocando así el fantasma de la recesión. Estos datos, junto con la dramática caída de la confianza, tanto de empresas como de consumidores, "hace temer que la economía comunitaria podría estar entrando en una seria recesión", según el comisario.

Christophersen alude repetidas veces a que en 1994 se podría volver a crecimientos "más satisfactorios". Pero tras una previsión más bien poco arriesgada -crecimiento del 0,8% del PIB para 1993-, el comisario se cura en salud asegurando que "los riesgos [de que esto no suceda] son elevados". "Es muy difícil prever cuándo se va a dar un punto de inflexión, como lo han demostrado los acontecimientos de los últimos 18 meses", asegura el informe.

En cualquier caso, la parte más original del informe que dio a conocer ayer la Comisión es la dedicada a analizar las causas de la crisis económica que amenaza el futuro del continente. Mas allá de señalar algunos factores puramente económicos -lento crecimiento de Estados Unidos y Japón; imposibilidad de llegar a un acuerdo en la Ronda Uruguay del GATT-, Christophersen señala a las instituciones políticas europeas como las principales responsables de la actual crisis: "La esfera política e institucional [europea] fracasó en la segunda mitad de 1992 [durante la tormenta monetaria] a la hora de proveer a los agentes económicos con el marco necesario y, de hecho, contribuyó a disminuir su confianza". A modo de prueba siguen, en el informe, dos páginas que recogen la cronología de la debacle vivida por el SME. La primera fecha recogida es el 2 de junio de 1992, fecha del no danés a Maastricht. "Devaluación del 10% de la libra irlandesa" es la lacónica anotación que cierra, de momento, esta lista negra.

De "círculo vicioso" califica el informe el proceso vivido por Europa en los últimos 18 meses. Las incertidumbres políticas, que comenzaron con el rechazo danés al Tratado de Maastricht, provocaron en los mercados el sentimiento de que se retrasarían los planes para la Unión Monetaria, lo que se tradujo inmediatamente en una amplia crisis económica.

Baile de divisas

Los países más débiles o que necesitaban realizar un fuerte ajuste presupuestario no lograron resistir el embate especulativo, con lo que comenzó el baile de divisas. Las repercusiones han sido inmediatas. No sólo habrá en 1993 dos millones más de parados que en 1991 en toda la Comunidad, sino que el crecimiento de la economía en los próximos años no permitirá reducir la tasa de paro, que se situará alrededor del 11%, el máximo nivel desde 1986. En 1993 cabe esperar que 17 millones de europeos no tengan trabajo.

La Comisión ve con auténtico terror tal perspectiva. Y no sólo porque represente un grave problema social. "El desempleo y la incertidumbre respecto al futuro pueden poner en peligro los proyectos sobre los que descansa la economía de la Comunidad", según afirma el informe.

La Iniciativa de Crecimiento Económico, que recomienda una mayor contención salarial, ajustes estructuales para flexibilizar el mercado y reducir los subsidios, y que se presentará a mediados del mes de febrero, es la principal baza que exhibe la Comisión.