El PP se opone a la reforma gradual del Senado decidida por los demás grupos

El Senado contará esta misma legislatura con una Comisión General de Comunidades Autónomas como pasó previo para su constitución en Cámara territorial. No obstante no habrá consenso para ello, ya que el Partido Popular, inmerso en un clima preelectoral, abandonó ayer la ponencia del reglamento del Senado, que llevaba toda la legislatura estudiando la creación y el contenido de la comisión. Los demás grupos parlamentarios -PSOE, Convergència i Unió, PNV y Mixto-, que representan 160 de los 255 votos de la Cámara Alta -92 son del PP y tres de HB- decidieron ayer mismo inscribir en el registro del Senado el texto que da luz verde a la comisión de autonomías. El pleno de la Cámara Alta lo aprobará por mayoría, siguiendo sus trámites, hacia el mes de junio.La reunión de ayer era el último intento en esta legislatura de alcanzar un consenso de todos los grupos para dar un primer paso en la transformación del Senado en Cámara territorial o de las autonomías con la creación de una comisión específica. El consenso de los partidos era total en hacer de esta comisión el foro donde se informase del contenido autonómico de cualquier iniciativa a tramitar en las Cortes; de las normas legislativas de las autonomías o de los acuerdos que alcanzasen Gobierno central y comunidades. Sólo un punto separaba al PP del resto de los partidos: la utilización de las lenguas autonómicas en la comisión.

Ruptura del consenso

Al iniciarse la última sesión de la ponencia, el portavoz del PP, José Miguel Ortí Bordás, preguntó a los demás grupos si estaban dispuestos a aprobar por mayoría los acuerdos, si es que no había consenso. Respondido afirmativamente por todos los grupos, Ortí Bordás abandonó la sesión tras acusar al Grupo Socialista de mostrar "un claro ánimo de romper el consenso y continuar con los trabajos de reforma de reglamento sin participación del Grupo Popular e incluso, lo que es todavía más grave, al margen de la ponencia constituida al efecto".

Esta razón formal estuvo acompañada de otra, más de fondo, en la que el representante popular reconoció que el PP pretendía la reforma del Senado por la vía de la Constitución y no por la actual vía de la reforma del reglamento.

Con ello, los populares optan por desmarcarse de los demás partidos e ir hacia una transformación radical del Senado, en una cámara de representación territorial en contraste con la postura socialista de aplazar la reforma de la Carta Magna y sustituirla por una experiencia piloto, con la creación de la Comisión General de Autonomías.

Jaime Barreiro, del PSOE, acusó al PP de "practicar el veto como si la ponencia fuera del Consejo de Seguridad de la ONU". Joaquín Ferrer, de CiU, señaló: "Juzgamos muy severamente la actitud del PP". El punto sobre las lenguas fue finalmente incluido en el acuerdo.