La desunión hace la fuerza
Los vecinos de la calle de Veracruz, 44, en Móstoles, no están unidos. Los propietarios de algunos pisos ven como un agravio el hecho de que ellos paguen día a día sus hipotecas mientras los okupas llevan seis años viviendo gratis.Los okupas, sin embargo, creen que no hay nada mejor para luchar contra la especulación de las constructoras que meterse en los pisos que tienen abandonados. La conciencia de que no cuentan con el apoyo de todos los vecinos les lleva a ser más activos en la lucha contra los subasteros.
Entre ellos los hay dentistas cubanos a la espera de la homologación, vendedoras del Rastro, comerciantes de "todo a 20 duros", barrenderos, auxiliares administrativas, estudiantes y limpiadoras. Unos son chilenos, otros cubanos y algunos madrileños.
Cuentan con el apoyo jurídico y social de varios partidos y sindicatos.
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