Eslovaquia sufre su primera crisis crisis al no lograr el Parlamento elegir presidente
Eslovaquia se enfrenta a la primera crisis política interna desde su independencia, el pasado 1 de enero, al fracasar ayer en el Parlamento, por segunda vez, el intento de elegir al presidente de la república. El Parlamento de Bratislava celebrará una tercera ronda de votación el 15 de febrero, y sólo competirán candidatos de nuevo cuño. No se descarta la posibilidad que el actual primer ministro, VIadímir Meciar, líder del Movimiento para una Eslovaquia Democrática (HZDS), se presente para el cargo de presidente, que según la Constitución comporta amplios poderes políticos.Fuera de la liza, quedó el ex candidato presidencial Roman Kovac, del HZDS, ginecólogo y ex líder de los sindicatos checoslovacos, que obtuvo ayer en la segunda votación sólo 78 votos, 12 menos del mínimo establecido por la ley para ocupar el cargo de jefe de Estado. Su rival más cercano, Milan Ftacnik, de la Izquierda Democrática (SDL, ex comunista), logró sólo 30.
Meciar, acusado por críticos de usar métodos autoritarios en su gestión, necesita una coalición con la oposición para lograr que el candidato de su partido sea elegido con un mínimo de 90 votos de los 150 parlamentarios. El primer ministro, sin embargo, causó la muerte política de Kovac al negarse a cualquier concesión política de las exigidas por ex comunistas y nacionalistas para prestar su apoyo. El SDL. pidió a Meciar el máximo cargo en la contraloría general de la república y en el Tribunal Constitucional, mientras que el Partido Nacional Eslovaco (SNS) pidió el Ministerio de Defensa, además, un 15% de los puestos diplomáticos.
El próximo candidato que nombrará el HZDS será el último presidente del Parlamento federal checoslovaco, Michal Kovac, de 62 años, de igual apellido que el anterior candidato y miembro del ala nacionalista del partido. Kovac se ha manifestado públicamente en favor de la reinstauración de la pena de muerte y de crear un Ejército popular eslovaco.
El presidente tendrá amplias competencias y podrá disolver el Parlamento o vetar leyes. Si Meciar opta al cargo, consolidaría su preeminencia en su propio partido, en el que ya se distinguen dos corrientes antagónicas. La corriente más antágonica está encabezada por el ministro de Asuntos Exteriores, Milan Knasko, quien pese a promover una mayor apertura a Occidente que la de Meciar, ha especulado a su regreso de un reciente viaje a Ucrania sobre un mayor acercamiento a los países del Este europeo.
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