Gali pide al Consejo de Seguridad que fuerce a Israel a aceptar el retorno de los palestinos deportados a Líbano
El secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, ha reclamado al Consejo de Seguridad dureza y la adopción Me todas las medidas necesarias" contra Israel como consecuencia del fracaso de los esfuerzos diplomáticos para lograr el retorno de los alrededor de 400 palestinos que quedan de los expulsados en diciembre a tierra Ubanesa desde los territorios ocupados. Isaac Rabin, el primer ministro israelí, ha acusado a Gali de hipocresía: "Se reprocha a Israel que haya actuado contra los terroristas de Hamas y se ignora por completo la actividad de Hamas orientada a destruir el proceso de paz". La OLP presentó ayer sus propuestas.
Gali hace notar en un, informe dirigido a última hora del lunes (madrugada de ayer en España) a los miembros del Consejo de Seguridad que "existe un creciente sentimiento en el seno de la comunidad internacional de que el Consejo de Seguridad, al no ejercer la presión necesaria para obtener la conformidad de Israel a sus resoluciones -de las que la 799 [que apela al retorno de los deportados] no es más que la última-, no da la misma importancia a la puesta en práctica de todas sus decisiones".La negativa israelí a permitir el regreso "inmediato y con todas las garantías de seguridad de los deportados", tal y como exige la resolución 799, constituye "un desafío a la autoridad del Consejo de Seguridad", indica Gali. "En estas condiciones faltaría a mi deber si no recomendara al Consejo de Seguridad que tomara todas las medidas necesarias para asegurar que su decisión unánime" sobre los expulsados sea respetada. La petición de Gali cayó como una bomba en el seno del Gobierno israelí. "Este informe de Gall es una auténtica inculpación contra Israel", se oye decir en Jerusalén. El primer ministro ha acusado al secretario general de usar dos pesos y dos medidas. "Se reprocha a Israel que haya actuado contra los terroristas de Hamas y se ignora por completo la actividad de Hamas orientada a destruir el proceso de paz", ha dicho.
El ministro de Exteriores, Simón Peres, que no fue consultado sobre la expulsión de los 415 presuntos simpatizantes de Hamas, nada y guarda la ropa. Defiende la posición gubernamental pero no deja escapar ocasión, aunque sea de forma indirecta, de señalar que es un trampa en la que cayó Rabin por propia voIuntad.
Propuesta de la OLP
La Organización para la Liberación de Palestina, (OLP), presentó ayer una propuesta al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para que se impongan sanciones a Israel por desobedecer la demanda del alto organismo internacional para que permitan el regreso de los 400 palestinos deportados.
Los palestinos, que están representados en la ONU como meros observadores, pretenden comprometer al Consejo de Seguridad para que materialice la petición del secretario general, Butros Gali, que exigió en un informe que los deportados fueran admitidos de nuevo en el territorio controlado por Israel. Gali apostaba en su carta por que "se tomaran todas las medidas necesarias" para asegurar que la decisión unánime del Consejo de Seguridad de condenar las expulsiones, fuera cumplida. Rabin intervino ayer ante las comisiones de Exteriores y Defensa del Parlamento para justificar la expulsión y manifestó su esperanza de que Washington haga frente a la amenaza que representa el llamamiento de Gali. "Ninguna Administración norteamericana ha permitido que se impusieran sanciones contra Israel. Espero que eso siga", dijo Rabín, según manifestó una fuente que asistió a la intervención.
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