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Fotonoticia:

La muerte de Luis XVI en la guillotina levanta pasiones en París

Unos, los menos, lo celebraron comiendo cabeza de buey y bebiendo vino tinto; otros, los más, guardando un minuto de silencio y depositando flores. Algunos, como los de la fotografía tuvieron que ser desalojados violentamente del Panteón -símbolo laico de la Francia republicana~. Unos y otros coincidieron en el mismo lugar, la parisiense plaza de la Concorde, y a la misma hora, las 10.22 de ayer. El sitio y el instante precisos en que, 200 años atrás, la guillotina había segado la cabeza de Luis XVI. Fueron la cara y la cruz del bicentenario de un regicidio que Francia no conmemoró oficialmente, pero los franceses tuvieron muy presente.Como dijo el primer ministro socialista, Pierre Bérégovoy, "todas las opiniones sobre la ejecución del rey son posibles dos siglos después. Yo siempre he sido hostil a la pena de muerte, sobre todo en los procesos políticos; pero, francamente, no sé qué hubiera votado en l793".

Más de 5.000 personas se reunieron en la plaza de la Concorde para escuchar el réquiem en memoria del Rey compuesto en 1816 por Luigi Cherubini y colocar flores de lis, rosas y tulipanes blancos en el "sagrado lugar" donde se levantó el cadalso del monarca. "A la hora del crímen", la muchedumbre guardó un minuto de silencio.

Mientras tanto, en el otro extremo de la inmensa plaza, una treintena de "regicidas" realizaron una contramanifestación a los sones del tambor de la Sección Francesa de Vigilantes de Saint-Just. Agrupados alrededor de una cabeza de cerdo con una corona de papel y colocada en una pica, estos republicanos puros y duros leyeron textos contra "los privilegios" de la nobleza del antiguo régimen.

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