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Una mujer negra, obligada a bajar del autobús por llevar a su hija en carrito

Marlene Suárez de Schay tiene una hija de casi dos años y está embarazada, así que para subir al autobús el pasado día 13 necesitó la ayuda de una amiga. Cuando ya lo había logrado, el conductor la obligó a bajarse. Está prohibido viajar en autobús con carritos de niños. Marlene, que es negra, se apeó e hizo el camino, de tres kilómetros, a pie. Luego supo que la regla no se respeta y denunció al conductor por racismo.

Marlene Suárez, venezolana de 27 años, vive en Alemania, donde se casó hace tres años. Ahora está de vacaciones en Alcalá de Henares (150.000 habitantes).Los hechos se produjeron el 13 de enero, sobre las dos de la tarde, cuando la joven subió al autobús que cubre la línea número 2, según consta en la denuncia presentada por esta mujer el pasado 19 de enero en la Oficina Municipal de Información al Consumidor.

Según el relato de Marlene, el conductor la obligó a bajar del mismo, alegando que tenía prohibido admitir carritos de niño, por lo que la joven tuvo que recorrer a pie los tres kilómetros que le separaban del domicilio en el que reside temporalmente.

Su indignación aumentó, según explica la propia Marlene, al enterarse de que "otras personas han viajado con coches de niños sin ser molestadas", por lo que entiende lo ocurrido como "un claro acto de racismo del conductor".

José María Velasco, concejal de servicios del Ayuntamiento de Alcalá, anunciaba, nada más conocer la denuncia, que se abriría una investigación. Ayer, Pedro Hernández, gerente de la empresa municipal de autobuses, se mostraba indignado por el sentido que se había dado a la denuncia, y aseguraba que nunca había habido problemas con las numerosas personas de color que viven en Alcalá.

. Hernández comentó, tras hablar con el inspector de la línea y previa conversación de éste con el conductor, que el autobús transportaba unos 75 pasajeros, por lo que se advirtió a la mujer que no podía subir el carrito si no lo plegaba, indicándole que esperara al siguiente autobús. Marlene, en cambio, asegura que el conductor en ningún momento le dio la posibilidad de viajar con el cochecito plegado. También asegura que había sitio suficiente en el autobús.

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El gerente de la empresa confirmó que existen normas que prohíben subir a los autobuses este tipo de coches, aunque los conductores, cuando hay espacio suficiente, no aplican tal restricción.

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