Volkswagen cancela importantes inversiones en España y refuerza la autonomía de su filial Seat

La crisis que atraviesa el grupo Volkswagen, con una caída de sus ventas en Alemania -la previsión para 1993 es de 3,2 millones de coches, frente a casi 4 millones en 1992-, ha provocado la cancelación de varios proyectos previstos por su filial española, Seat.El cambio en la presidencia de Volkswagen -Ferdinand Piesch sustituyó el pasado 1 de enero a Carl Hahn al frente del grupo- coincide con la política de mayor autonomía para los fabricantes de las marcas filiales (Volkswagen, Seat, Audi y Skoda), con el objetivo de no perjudicar a la matriz con el peso de la crisis internacional del sector.

En los próximos cuatro años, el esfuerzo inversor de Seat no superará los 300.000 millones de pesetas, frente a los más de 500.000 millones que la compañía había presupuestado en ejercicios anteriores, antes de que la demanda de automóviles en Europa experimentara la espectacular caída registrada hasta ahora. Precisamente ayer, los constructores de automóviles de la CE anunciaron que calculan que este año sus ventas descenderán un 7,5%.

Entre 1993 y 1997, Seat sólo realizará inversiones de reposición, y paralelamente ha cancelado otros proyectos, como la construcción de una nueva planta de pinturas, el reforzamiento de la planta de motores de la factoría de la Zona Franca de Barcelona y la construcción de un edificio social de la compañía, explicó ayer su presidente, Juan Antonio Díaz Álvarez. A medio plazo, la planta de motores se cerrará y los centros de Martorell y Pamplona realizarán ensamblajes con bloques fabricados por Volkswagen. La nueva factoría de Martorell de Seat -que finalmente ha supuesto para la empresa 200.000 millones, frente a los 260.000 presupuestados, está ya fabricando automóviles con 5.000 empleados, y anunciaremos muy pronto el lanzamiento de nuevos productos", manifestó Díaz Álvarez.

En la factoría de la Zona Franca (con más de 11.000 empleados), el grupo tiene previsto realizar regulaciones de empleo con paros en la producción de 24 jornadas entre enero y marzo. Seat se ha fijado el objetivo de reducir los altos excedentes provocados por la caída de las ventas a lo largo de 1992. El excedente laboral en la Zona Franca que Seat está dispuesta a negociar como despido incentivado supera ahora los 1.500 empleos.