El 68% de los franceses estima negativo el balance de los socialistas

El 68% de los franceses considera negativo el balance de los 12 años de hegemonía política del Partido Socialista (PS), según una encuesta realizada por la firma de sondeos Sofres y publicada ayer en el diario Le Figaro. A dos meses de las legislativas de los próximos 21 y 28 de marzo, el 41 % de los encuestados se prepara para votar a la coalición formada por la gaullista Asamblea para la República (RP) y la centrista Unión para la Democracia Francesa (UDF), que puede obtener 439 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional.A fin de evitar el carácter peyorativo que ha adquirido en Francia la palabra socialista, el PS se presenta a las elecciones bajo la etiqueta de Alianza de los Franceses para el Progreso (AFP). Obtendrá, según Sofres, tan sólo el 21% de los votos y 83 escaños. Los ecologistas, con el 16% de los sufragios, se convertirán en la tercera fuerza política, por delante del ultraderechista Frente Nacional (11%) y el Partido Comunista (8%).

Los ecologistas acaban de recibir el refuerzo de Harlem Désir, el fundador del movimiento SOS Racismo y ex compañero de viaje de los socialistas. Désir se incorporó ayer a Generación Ecología, el grupo de Brice Lalonde y uno de los dos componentes de la coalición verde que intentan capitalizar el desencanto de la juventud de izquierda respecto a los socialistas.

Los partidos franceses han comenzado de hecho la campaña electoral. La coalición RPRUDF acusa a los socialistas de haberse dejado guiar por un "economicismo ultraliberal" que ha provocado un "insoportable" incremento del desempleo y "ha reducido el nivel de protección social".

Trastocando los papeles tradicionales de la derecha y la izquierda, Jacques Chirac, líder del RPR, y Valéry Giscard d' Estaing, de la UDF, se presentan como los adalides de 1a reforma" y aseguran que los socialistas son unos "conservadores incapaces de hacer los cambios que necesita la crítica situación de Francia". Para atajar este fuego, los socialistas intentan recuperar lo que llaman "valores tradicionales de izquierda."