Afortunado
Afortunado, y con una sorna fuera de lo común, es el artículo de Juan Aranzadi (EL PAÍS, 3 de enero). Su rigor está fuera de dudas, aunque, eso sí, como es común en los caballeros, utilizó alas mujeres para decir otras cosas... Este antropólogo es genial; debería ser más pródigo en sus publicaciones. Provocó la carcajada casi constante, por sus acertadas apostillas, entre las personas que lo comentábamos.- y tres firmas más.,
Cuando comencé el
artículo de Juan Aranzadi (Mujeres al altar, 3 de enero), lo devoré hasta el final, ansiosa por encontrar la explicación de la broma o la clave de la ironía. Y repetí la lectura, no creyéndome lo que la primera impresión me había dado a entender. Pero, por increíble que pareciera, aquello era cierto, me encontraba ante un manifiesto machista del más puro estilo reaccionario, adornado de una vacía y pretenciosa explicación sobre la historia de la Universidad o la ordenación sacerdotal femenina.Sin haberme repuesto de la sorpresa me pregunto: si somos tan cuidadosos con los discursos nazis o los alegatos racistas, ¿cómo se cuelan con esta facilidad artículos que atacan los derechos y la dignidad de la mitad de la humanidad?, ¿cómo es posible que EL PAÍS, que ha hecho un loable esfuerzo por el respeto del problema de la mujer, publique artículos insultantes para casi la mitad de. sus lectores?-
Edurne Uriarte.
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