Los extranjeros volvieron a comprar deuda pública española en diciembre
Los inversores extranjeros recuperaron la confianza en la deuda pública española tras la segunda devaluación de la peseta, el 22 de noviembre. Desde, esa fecha, el saldo de no residentes en el mercado secundario de deuda volvió a crecer, tras cinco meses de caída, registrándose un incremento de 55.8001 millones de pesetas en el mes de diciembre. A pesar de esa ganancia de última hora, la cartera de deuda española en manos de inversores extranjeros cayó en 335.400 millones de pesetas a lo largo del año, cerrando con 1.849.600 millones.
La segunda devaluación de la peseta, y la decisión de la firma norteamericana de calificación Moody's de mantener su rating para las e"siones de España en el exterior, consiguieron devolver la confianza a los grandes inversores institucionales extranjeros a finales del mes de noviembre, tras cinco meses de inestabilidad, según se desprende de los últimos datos del Banco de España. Desde la última decena de noviembre se ha invertido la tendencia vendedora de deuda pública española en el mercado secundario, por parte de los no residentes. Esta mejora afecta sobre todo a los títulos a medio y largo plazo -bonos del Tesoro y obligaciones del Estado-, mientras que las letras del Tesoro se mantienen en baja.El no de Dinamarca al Tratado de Maastricht, el pasado mes de junio, abrió una larga etapa de desconfianza de los inversores hacia aquellos paises con mayores dificultades para cumplir los requisitos de convergencia -España, Portugal, Grecia e Italia-, que tuvo un efecto inmediato sobre sus carteras de deuda pública en manos de inversores extranjeros. Paralelamente, se desencadenó una fuerte presión sobre determinadas monedas del Sistema Monetario Europeo (SME), que forzó la salida del sistema de la libra esterlina y la lira italiana y la devaluación dela peseta -por dos veces- y del escudo portugués.
En España, el mercado secundario de deuda pública sufrió las conscuencias de esta inestabilidad. Entre junio y noviembre, el saldo de no residentes cayó de 2.635.600 a 1.793.800 millones de pesetas (un 31,9%) y la colocación de nuevas emisiones entre extranjeros se vino abajo, poniendo en dificultades la financiación del Tesoro. Tras la recuperación del mes de diciembre, el saldo a fin de año se ha situado en 1.849.600 millones de pesetas, con una pérdida para todo el ejercicio de 335.400 millones.Por otra parte, el Consejo de Ministros aprobó en su reunión de ayer un Real Decreto del Ministerio de Economía y Hacienda que permite la puesta en marcha de la Éinanciación del Estado y sus organismos autónomos para 1993. La disposición establece el límite de 2,7 billones de pesetas para el total de emisiones públicas para el año (1.789.387 millones para el Estado y 918.087 para los organismos autónomos). A estas cantidades hay que añadir las amortizaciones previstas para el año, que superan los 12 billones de pesetas.
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