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Condenados a muerte por un tribunal argelino 19 militares y civiles integristas

Diecinueve militares y civiles argelinos, simpatizantes del movimiento integrista, fueron condenados a muerte ayer por el tribunal castrense de Bechar, a 900 kilómetros al suroeste de Argel. Los 19 condenados a muerte formaban parte de un grupo de 79 personas que durante 12 días ha sido juzgado en el cuartel, a puerta cerrada, por participar en una conjura contra la seguridad del Estado que tenía como último objetivo instaurar una república islámica.

Para el resto de los acusados, el tribunal militar de Bechar dictó cuatro cadenas perpetuas y 46 sentencias que oscilan entre los 10 meses y los 10 años de cárcel. También decretó diez libertades definitivas. Sólo cuatro de los condenados a muerte estaban presentes ayer en la sala cuando el tribunal dictó las sentencias. Los 15 restantes se encuentran huidos y han sido juzgados en rebeldía.Con esta sentencia se elevan ya a más de 40 las penas de muerte dictadas por los tribunales argelinos contra los militantes integristas desde que se interrumpiera el proceso electoral ahora hace justamente un año. Cabe recalcar, sin embargo, que ninguna de las penas de muerte dictadas en este periodo han sido ejecutadas, aunque algunas de ellas han sido confirmadas por el Tribunal Supremo.

El consejo de guerra de Bechar ha durado doce días y ha estado jalonado de incidentes, sobre los que se tiene escasa información ya que la vista se ha celebrado a puerta cerrada. Hasta la prensa local ha tenido vetado su acceso a la sala. El último incidente acaeció el jueves de la pasada semana, cuando el equipo de 13 abogados defensores decidió retirarse en bloque para protestar por lo que consideraba una falta de garantías procesales. La vista quedó suspendida durante unas horas y se reanudó con la defensa asumido por cinco militares designados por el tribunal.

Los 79 procesados estaban acusados de participar en una operación destinada a desestabilizar las guarniciones militares de diferentes ciudades de Argelia. El objetivo era provocar la infiltración del movimiento fundamentalista entre las tropas y apelar a la deserción y al robo de armamento como paso previo a la integración en la guerrilla integrista. Entre los acusados se encontraban diversos soldados de reemplazo, pero también jóvenes oficiales.

La mayor parte de los implicados son simpatizantes del Movimiento Islámico Armado, el brazo militar del Frente Islámico de Salvación, que capitanea el general de la guerrilla integrista Abdelkader Chebuti. Uno de los objetivos de este dirigente del maquis ha sido el de infiltrarse en el seno del Ejército, para provocar su división y crear una situación similar a la originda en Irán, que propició la caída del Sha y el advenimiento del régimen del ayatolá Jomeini.

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