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Alemania y Francia vuelven a firmar un acuerdo para defender al franco contra los especuladores

Los bancos centrales de Alemania y Francia difundieron ayer un comunicado en el que expresan la voluntad de ambos de defender la paridad del franco en el seno del SME. Se trata del segundo acuerdo sellado entre ambos países -el primero se firmó el 23 de septiembre para evitar que la acción de los especuladores fuerce una devaluación de la moneda francesa. El comunicado frenó la presión sobre el franco, pero los expertos siguen apostando por un nuevo reajuste en el SME, que afectaría a la divisa francesa, a la libra irlandesa y a la corona danesa. La situación de la peseta sigue siendo cómoda, como lo prueba el aumento de 2.943 millones de dólares en las reservas exteriores españolas en diciembre.

La amenaza de una nueva tormenta monetaria seguía ayer latente en los mercados europeos, en los que los especuladores mantienen su apuesta por una próxima devaluación de las divisas de Francia, Irlanda y Dinamarca. Los mercados cambiarlos se abrieron con una fuerte presión contra el franco, que forzó la rápida intervención del Banco de Francia y del Bundesbank, vendiendo marcos y comprando francos. Además, el gobierno francés optó por subir su tipo de interés a diez días del 10% al 12%, para ayudar a su moneda.Al comprobar que la corriente vendedora de francos continuaba, ambos bancos centrales optaron por difundir un comunicado conjunto en el que se afirmaba que "los gobiernos y bancos centrales de Francia y Alemania confirman su declaración común del 23 de septiembre de 1992, y reafirman que el tipo base actual entre sus dos divisas está plenamente justificado por los datos económicos fundamentales". El comunicado permitió al franco recuperar la estabilidad dentro de su banda de cotización.

"El mercado ha comprendido la determinación de las autoridades francesas", dijo ayer tarde el presidente del Banco de Francia, Jaques de Larosiére, a una cadena de televisión francesa. Larosiére calificó de "absurdos" los rumores sobre la devaluación del franco. "Cuando se tiene la mejor moneda del mundo, no se debe devaluar. Está aboslutamente descartado", dijo.

También el ministro francés de Economía, Michel Sapin, subrayó la importancia de la cooperación franco-alemana y añadió que el respaldo del Bundesbank "no es fruto de la casualidad, sino de una comprensión mutua y profunda" entre ambos países.

El anterior presidente del Bundesbank, Karl-Otto Poehl, declaró al semanario Sueddeutsche Zeitung Magazin que la salida del franco del SME significaría el fin del mecanismo de cambios. Poelil advirtió que si el franco se devalúa se producirán una serie de devaluaciones en cadena que darán al traste con todo lo acordado en Maastricht sobre la unión monetaria y política europea.Pacto Kohl-MitterrandEl acuerdo de ayer es el segundo al que llegan los bancos centrales de Francia y Alemania desde que se iniciaron las turbulencias cambiarlas en Europa. El 22 de septiembre se reunían en París 'los presidentes de ambos países, François Mitterrand y Helmut Kohl, y llegaban a un acuerdo secreto por el que el Bundesbank apoyaría sin límite al Banco de Francia en su lucha contra los especuladores.

Este pacto fue criticado por la mayoría de los miembros de la CE, entre ellos España, porque abrió una vía de préstamo de fondos al margen del Mecanismo de Cambios del Sistema (FECOM). Alemania prestó entonces 24.000 millones de dólares a Francia para que ésta pudiera comprar francos sin gastar sus reservas exteriores. Otros países, como Reino Unido e Italla, tuvieron que agotar su nivel de reservas para defender sus monedas -luego se vieron forzados a abandonar el SME- y España perdió un tercio de las suyas en los meses de septiembre, octubre y noviembre, además de devaluar dos veces la peseta. En el caso español, esta tendencia se rompió en diciembre, según los datos difundidos ayer por el Banco de España. En ese mes se recuperaron 2.943 millones de dólares (más de 300.000 millones de pesetas), de los 23.178 perdidos en los tres meses anteriores. Fuentes oficiales comentaron ayer que la peseta se encuentra muy cómoda tras la segunda devaluación de noviembre y es previsible que las reservas sigan subiendo en los próximos meses. El ejercicio de 1992 se cierra con 50.484,1 millones de dólares en reservas, un 24% que a principios de año.

Ayer, la peseta registró con ligeras depreciaciones frente al marco alemán y el dólar estadounidense. La moneda española perdió 16 céntimos frente al marco, fijando un cambio de 71,27 pesetas, y 21 céntimos frente al dólar, que cotizó a 116,59.

El Banco de España y el Tesoro mantienen los tipos de interés a la espera de lo que decida mañana el Bundesbank

El Banco de España y el Tesoro optaron ayer por mantener los tipos de interés, a la espera de lo que pueda suceder mañana jueves en la primera reunión del año del Consejo Ejecutivo del Bundesbank (banco central alemán). La bolsas españolas apostaron claramente por un descenso de tipos en Alemania, que ayudarla abaratar el dinero en España, registrándose una fuerte corriente compradora que hizo subir el mercado de Madrid 4,93 puntos (un 2,29%), hasta situar el índice general en el 220,53. La mayoría de las bolsas europeas descontaron también esa supuesta bajada de tipos en Alemania, aunque el Bundesbank mantuviera ayer el precio del dinero en su subasta de repos.La subasta decenal de certificados del Banco de España (CEBEs) se saldó ayer con la adjudicación de los 2.957.870 millones de pesetas solicitados por las entidades financieras, al 13,75%. Este tipo de interés se mantiene inalterable desde el 24 de noviembre en que la autoridad monetaria lo subió desde el 13%, tras la segunda devaluación de la peseta, el día 22.

Paralelamente, el banco emisor continuó ayer con su política de inyectar al mercado menos dinero del que solicitaba, limitando sus préstamos a un día a 1,5 billones de pesetas. Ello forzó subidas en el interbancario, aunque no llegaron a los niveles del lunes.

También el Tesoro decidió mantener sus tipos de interés en la subastas de letras a tres y seis meses, en las que colocó 153.481 millones de pesetas. Era la primera subasta del año y Hacienda prefirió ir a lo seguro, ante el alto nivel de amortizaciones a las que tendrá que hacer frente en enero. Las necesidades de financiación del déficit público durante el último trimestre de 1992 obligaron al Tesoro a captar fuertes cantidades de dinero a corto plazo, que tienen que ser renovados ahora y que sitúan el total de amortizaciones de deuda en 2,5 billones de pesetas en enero.

Los operadores solicitaron 128.018 millones de pesetas en letras a tres meses, de las que se adjudicaron 82.818 millones, a un tipo de interés marginal del 14,51% (dos centésimas más bajo que en la anterior subasta del 22 de diciembre). A seis meses se solicitaron 79.963 millones y se adjudicaron 70.663 al 14,00% (14,005% en la última emisión).

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