Dos locos llamados Lucientes
El registro de un hospital de Zaragoza revela la existencia de dos tíos dementes de Goya
Se llamaban Francisca y Francisco Lucientes y estaban ingresados en el departamento de dementes del hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza. Al menos entre 1762 y 1766, pues así consta en la relación de ingresos efectuada por encargo de un visitador real. Y habían nacido en Fuendetodos. Por el apellido, las fechas y el lugar de procedencia, todo parece indicar que eran tíos del pintor Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828), y la suya debía de ser una demencia grave, teniendo en cuenta que en esa época sólo se ingresaba a quienes sufrían cuadros severos de esquizofrenia o depresión.
Se ha discutido mucho sobre la posibilidad de que Goya sufriera una enfermedad mental, de radical influencia en su genial obra pictórica. Ésta sigue siendo una cuestión controvertida. Lo que sí parece demostrarse ahora es que dos tíos suyos lo eran. Lo ha descubierto la historiadora Asunción Fernández Docto r, de Zaragoza, en la investigación realizada para su tesis doctoral sobre la historia del hospital Nuestra Señora de Gracia, uno de los hospitales más importantes de Europa en aquella época, antecesor del actual hospital Provincial de Zaragoza."Lamentablemente, los archivos parroquiales de Fuendetodos se quemaron durante la guerra civil, y el primitivo hospital de Nuestra Señora de Gracia fue destruido durante la Guerra de la Independencia, de modo que el único dato de que disponemos sobre la personalidad de los dos enfermos es ese fragmento de registro, conservado en el Archivo Histórico Nacional. Pero se trata de un dato relevante, puesto que Fuendetodos, el pueblo donde nació Goya y del que era originaria la familia de su madre, tenía en esa época apenas 450 habitantes", afirma Asunción Fernández.
De la familia materna de Francisco de Goya dice el historiador Eugenlo d'Ors que, aunque tronada (venida a menos), procedía de alta estirpe. De la familia del padre, un dorador de Zaragoza, se sabe más bien poco. En cualquier caso, la mayor parte de su juventud y los primeros esbozos de su carrera los hizo Goya en Zaragoza, y a esta ciudad regresó en varias ocasiones cuando ya era pintor de la corte en Madrid. El interés de Goya por la locura está más que acreditado por su propia obra, y durante su estancia en Zaragoza, ese interés se concretó en frecuentes visitas al hospital Nuestra Señora de Gracia, y más exactamente, a su departamento de dementes.
Dos cuadros
Que Goya visitara -y pintara- repetidamente este departamento y no los otros servicios del hospital, y que en el registro de enfermos mentales figuren dos pacientes de Fuendetodos con el apellido Lucientes parece algo más que una casualidad. Por lo menos dos cuadros se refieren explícitamente al departamento de locos de Nuestra Señora de Gracia: La casa de locos de Zaragoza, que se exhibe en el Meadows Museum de Dallas (Estados Unidos), y Sala de dementes, que se encuentra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.El buceo de Asunción Fernández en la historia del hospital ha deparado esta sorpresa y el descubrimiento de una importante institución hospitalaria. Fundada en 1425, Nuestra Señora de Gracia era por entonces un gran hospital general en el sentido moderno del término, es decir, que admitía y trataba, aun con los limitados recursos terapéuticos de la época, a todo tipo de enfermos procedentes "de donde vinieran", incluida Italia y Francia, y además de una importante sección de dementes, tenía otra de expósitos con miles de huérfanos a su cargo. "En total, el hospital tenía alrededor de 400 enfermos ingresados, aunque la cifra podía llegar a 600 en tiempos de epidemia, y de ellos, 244 eran enfermos mentales", explica Asunción Fernández.
Una hermandad afincada en Madrid trasladaba a muchos de los enfermos mentales de la villa al hospital de Zaragoza, que tenía una sección especial para enfermos de familias ilustres. El departamento de dementes era considerado modélico. No sólo el fácil acceso de Goya y su caballete dan cuenta de que no era un centro cerrado, al estilo de los tétricos manicomios de otros tiempos y lugares, cuyas cadenas aún rechinan en la memoria colectiva.
Philippe Pinel (1745-1826), el médico más famoso de la Ilustración francesa, considerado el precursor de la psiquiatría moderna, en su famoso Tratado médico filosófico sobre la alienación mental o la manía (1801) se refiere al hospital de Zaragoza como un modelo a seguir, por el tratamiento moral que se da a los enfermos: viven con la máxima libertad que les permite su estado mental e incluso salen de la institución para trabajar.
"En los documentos disponibles no figura, desgraciadamente, ningún dato sobre el diagnóstico de los pacientes, de modo que no podemos saber qué tipo de locura padecían los hermanos Lucientes. Pero en ese momento sólo se ingresaba a los enfermos con cuadros muy graves de tipo esquizofrénico, melancólico o maníaco".
Esquizofrenia
Algunos autores sostienen que Goya sufrió esquizofrenia y otros le atribuyen crisis maníaco-depresivas. La esquizofrenia tiene un claro componente genético.El el último Congreso Europeo de Psiquiatría, celebrado recientemente en Barcelona, quedó clara la condición hereditaria de esta patología mental, aunque no se hereda propiamente la enfermedad, sino la vulnerabilidad a sufrirla en caso de que concurran determinadas circunstancias capaces de desencadenarla.
Si Goya sufrió o no algún tipo de crisis de locura es una cuestión que sigue siendo controvertida, pero la existencia de dos parientes próximos dementes es un nuevo dato a tener en cuenta.
Francisco de Goya murió octogenario en una confortable placidez, según revelan las últimas cartas del pintor de Fuendetodos a su hijo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.