Llamado a declarar un guardia civil sobre sobre el arma con la que se mató a Lucrecia Pérez

Ramón Sáez, titular accidental del Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, ha citado a declarar al guardia civil Juan Carlos Martínez Sánchez en relación con el asesinato de la inmigrante dominicana Lucrecia Pérez. La citación obedece a las contradicciones aparecidas entre su declaración y la del presunto asesino de Lucrecia, el guardia Luis Merino Pérez, sobre cómo se produjo la manipulación de] arma con que se cometió el crimen. Merino cambió el cañón de su pistola por el de la pistola del otro agente. Martínez aseguró que presenció cómo Merino tomaba su arma y la manipulaba, con el pretexto de compararla con su propia pistola, que fingió averiada. Algunos de estos extremos no fueron confirmados ayer por el guardia Merino ante el juez, por lo que se ha citado nuevamente al otro agente como imputado en el caso.

El guardia civil Luis Merino Pérez, preso como presunto autor de los tres disparos que el pasado 13 de noviembre mataron a la dominicana Lucrecia Pérez y malhirieron a su compatriota Augusto Vargas, compareció ayer en el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, cuyo titular accidental es Ramón Sáez. El objetivo era contrastar su versión sobre la manipulación de su pistola Star BMK, con la que presuntamente mató a la dominicana, con la ofrecida días atrás por el guardia Juan Carlos Martínez Sánchez.La investigación probó que Merino cambió el cañón de su pistola por la del arma reglamentaria de su compañero para dificultar su identificación, a partir de los casquillos hallados en la antigua discoteca Four Roses del barrio madrileño de Aravaca, escenario del crimen.

Ambos han coincidido en declarar, señalan fuentes- de la investigación, que Martínez Sánchez no fue consciente de que Merino le había cambiado el cañón de su pistola, hecho, que, en todo caso, no denunció. Las dudas surgen sobre cómo se produjo la manipulación. Martínez Sánchez aseguró que, mientras atendía un teléfono en un despacho del cuartel de la Guardia Civil en. Fuenlabrada, vio como su arma reglamentaria era manejada por Merino, que también manipulaba la propia. Al preguntarle a Merino por qué estaba tocando su arma, el segundo replicó que tenía un problema con su pistola y quería compararla con otra para solucionar la avería.

Contradicciones

La declaración de ayer de Merino no confirmó ninguno de estos extremos, por lo que el juez decidió volver a citar al guardia Martínez Sánchez para aclarar determinadas contradicciones frontales entre una y otra versión. Con esta segunda declaración podría deslindarse el origen de tales diferencias y si se ha producido presuntamente un falso testimonio o, en último extremo, si existen indicios de un supuesto delito de encubrimiento. En principio, el hecho de que este segundo guardia sea citado como imputado o inculpado, según fuentes de la investigación, se debe en primer término a ofrecer las máximas garantías procesales del agente a la hora de comparecer, ya que así podrá acudir con abogado.

El juez tomó ayer declaración al cabeza rapada J. L. M, quien, en contra de lo difundido por una agencia, ni se había ordenado detener ni se le acusa de encubridor.. El menor negó que los autores del crimen le hubieran informado previa o posteriormente al hecho, frente a la versión de algunos detenidos. El juez no tomó ninguna medida sobre él y ha citado a otro skin head. Ramón Sáez ha reiterado a la Concejalía de Seguridad que identifique a la patrulla municipal que interceptó y no detuvo ni multó al guardia Merino, pese a que vio que conducía ebrio y que su vehículo se saltó dos semáforos camino de Aravaca, la noche del crimen.