Primera baja en el equipo reformista 'atrincherado' en el Gobierno ruso

El ministro de Comercio Exterior ruso, Pável Aven, presentó su dimisión ayer al nuevo jefe de Gobierno, Víktor Chernomirdin, convirtiéndose en la primera baja en el equipo económico reformista que encabezaba Yegor Gaidar. Mientras tanto, el presidente Borís Yeltsin, que se halla ligeramente resfriado, no ha dado todavía el visto bueno al nuevo Gabinete. La indisposición de Yeltsin ha sido una de las razones invocadas para posponer nuevamente la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), que estaba fijada para el día de Navidad.

"Le pido que me libere, de mis obligaciones como ministro a partir del 22 de diciembre". Ésta es la única frase de la carta que ayer entregó Aven a Chernomirdin. La renuncia del principal renegociador de la deuda exterior de Rusia (unos nueve billones de pesetas) se debe, según su portavoz, a que el nombre de Aven no Figura en la lista de ministros discutida por el jefe de Gobierno y Yeltsin.Las bajas del equipo de Galdar pueden no reducirse, a la del ministro de Comercio Exterior, pues, según la agencia independiente Interfax, tampoco formará parte del nuevo Gabinete el actual viceprimer ministro Alexandr Shojin.

Sin embargo, el propio Shojín declaró poco más tarde, también a Interfax, que estaba muy sorprendido por las informaciones sobre su abandono del Gobierno. El actual viceprimer ministro aseguró que Chernomirdin le pidió el pasado lunes que permaneciera en el Gabinete, permanencia que le confirmó el presidente Yeltsin ayer.

La salida del también viceprimer ministro Gueorgui Jizhá, que representa los intereses del complejo de la industria militar y goza de gran popularidad en el Parlamento conservador, con la que también había especulado Interfax, fue también desmentida por un portavoz del viceprimer ministro.

La candidatura de Jizhá al puesto de primer ministro hubiera triunfado en el reciente Congreso de Diputados si Yeltsin la hubiera incluido en la lista que presentó a los parlamentarios para que votaran. El presidente optó por ignorar a Jizhá, que ya contaba con la aprobación de numerosas fracciones parlamentarias y ya se había reunido con los diputados, prometiéndoles cambiar radicalmente la política gubernamental si era elegido.

Ministros económicos

Como seguros miembros del nuevo Gabienete quedan tres ministros económicos del antiguo equipo: Anatoli Chubais, viceprimer ministro responsable del programa de privatización; Andréi Necháyev, titular de Economía, y Vasili Barchuk, de Finanzas.

Mientras tanto, el Parlamento aprobó por segunda vez la ley de Gobierno, que había sido vetada por Yeltsin, y aceptó tres de las seis modificaciones presentadas por éste. La nueva ley, que el presidente tiene la obligación de firmar en el plazo de tres días, amenaza con desatar un nuevo conflicto entre el Ejecutivo y el Legislativo en torno a la discusión bizantina de si con el nombramiento de Chernomirdin como nuevo primer ministro el anterior Gobierno ha cesado técnicamente o no.

Chernomirdin dijo ayer en el Parlamento que el Gabinete no había dimitido, pero los diputados aseguran que el anterior Gobierno ya no existe. La discusión tiene gran importancia por lo menos para Andréi Kózirev, titular de Exteriores. El problema es que si prevalece la interpretación del Parlamento, los ministros de Defensa, Interior, Seguridad y Exteriores deberán contar con el beneplácito de los diputados para poder ser nombrados. Y nadie duda que Kózirev será rechazado.