La policía guineana libera a una docena de los últimos 100 detenidos

Las gestiones internacionales realizadas, ante el Gobierno de Guinea Ecuatorial para exigir la liberación de los cien detenidos en la redada efectuada el jueves contra la oposición, sólo lograron ayer la liberación de una docena de guineanos.Entre los beneficiarios de esa medida figuran los dos religiosos claretianos Pedro Ncogo y Luis María Ondó Mallé, torturados durante su estancia en los calabozos. Estos religiosos se habían distinguido por sus habituales denuncias en las homilías contra la violación de los derechos humanos en Guinea. Tambien han sido puestos en libertad seis opositores y al menos seis estudiantes, miembros de familias próximas al Gobierno de Teodoro Obiang.

Según fuentes diplomáticas en Malabo, la policía guineana mantiene en su poder a la mayor parte de los dirigentes de la oposición, entre ellos a Celestino Bacale, profesor y dirigente de Convergencia para la Democracia Social, cuya detención motivó la huelga y manifestación de estudiantes y profesores el jueves.

En un comunicado leído en la televisión, las autoridades guineanas volvieron a repetir ayer su tesis de que la manifestación celebrada el jueves para pedir la liberación de Bacale fue una iniciativa de "opositores disfrazados de estudiantes" que pretendían quemar el mercado de la capital". Las autoridades justifican así la carga contra la protesta estudiantil y el posterior asalto contra la sede de la Alianza Democrática, uno de los partidos legalizados donde se celebraba una reunión de emergencia de representantes de la Plataforma de la Oposición Conjunta (POC).

Pillaje policial

Fuentes diplomáticas aseguraron a este diario que, al pasar por los puestos del mercado, los estudiantes increparon a algunos de los comerciantes. Ello dio pie a la intervención de la policía que alternó la detención y apaleamiento de los manifestantes, con el pillaje indiscriminado de las boutiques.Entre los liberados ayer, se encuentran Santos Pascual, líder de la Convención Liberal Democrática, y Eusebio Eboga, dirigente de Unión Popular, los más afectados, junto a los dos religiosos, por las palizas y torturas que siguieron a la redada policial.

Ante esta situación, los representantes de la POC que se encuentran en Madrid para pedir apoyo político y financiero para la transición en Guinea, han aplazado su regreso a Malabo.

Cinco embajadas en Malabo -España, Estados Unidos, Francia, Comunidad Europea y ONU- realizaron ayer una gestión con unta para exigir al Gobierno guineano el fin de las violaciones de los derechos humanos. Otra gestión fue realizada por el Consejo de Seguridad de la ONU. El viernes, España amenazó con la suspensión de la cooperación en caso de que no se libere a los detenidos. La misma avertencia fue hecha ayer por la Comisión Europea en Bruselas.

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