La OTAN, dispuesta a derribar a la aviación serbia sobre Bosnia

Los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica, reunidos ayer en Bruselas, no tienen la intención por ahora de desencadenar una intervención militar en gran escala sobre Yugoslavia, pero dejaron claro que están preparados para impedir por la fuerza que aviones militares serbios sobrevuelen la zona de exclusión aérea impuesta sobre Bosnia-Herzegovina por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y advirtieron del riesgo para los líderes de Belgrado de poner en peligro la seguridad de los cascos azules.

Los aliados occidentales plantearon matices en su actitud ante Serbia. Unos son partidarios de una actuación enérgica para acabar con las matanzas en Bosnia. Otros, los que tienen desplegadas fuerzas en el territorio, plantean una actitud más cauta, distinguiendo entre una misión humanitaria como la actual y una futura acción preferentemente militar. En cualquier caso, la OTAN se puso a disposición del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para actuar si así se le indicaba. Paralelamente, el Parlamento ruso aprobaba ayer una resolución exigiendo al Gobierno de Borís Yeltsin una reacción inmediata contra una posible intervención armada sobre Serbia.La OTAN tiene ya preparados planes para una eventual intervención en la zona de exclusión aérea, crear zonas de protección para la población civil y lanzar acciones militares preventivas en Kosovo. La respuesta implica una intensificación de la presión occidental en los Balcanes, y recuerda que "todas las partes deben abstenerse de poner en peligro la seguridad de las fuerzas de la ONU".

Otra decisión de la Alianza Atlántica ha sido ampliar su papel como fuerza de paz, no sólo en su área, sino en todo el mundo.

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