Bocado de sensacionalistas
Los problemas de la monarquía británica no terminan, ni mucho menos, con la separación de los príncipes de Gales. Ahora empezarán a formarse dos cortes, la de Carlos y la de Diana, con ambientes muy distintos; los hijos se encontrarán en una situación muy especial; el fisco seguirá evaluando las propiedades de la reina; el amante de la duquesa de York publicará tal vez sus memorias... Muchos bocados exquisitos para la prensa sensacionalista y para un público que pide más escándalos.Para limitar en lo posible la erosión de la monarquía, numerosas personalidades están haciendo pública su devoción por la reina. Y ayer le tocó el turno a la ex primera ministra Margaret Thatcher, lady Thatcher, cuya relación con Isabel II siempre fue más bien tormentosa. La anciana líder conservadora publicó un artículo en el dominical The Sunday Telegraph en el que afirmaba que los británicos "somos muy diferentes a cualquier otro país europeo. Resistimos allí donde los demás no lo hacen. La nación marcha adelante en torno a la monarquía". Y añadía, en un tono familiar poco usual en ella: "Quiero estar ahí cuando se celebre el Jubileo de Diamante, vitoreando (a la reina) en el Mall en compañía de mis nietos".
