El paradigma de las tramas cruzadas
El estado de las cuentas del Grupo Torras es todo un paradigma sobre las tramas cruzadas. Tramas hacia abajo, con las empresas filiales, y hacia arriba, con el principal accionista. Hacia abajo, el activo del grupo Torras refleja, en su inmovilizado, los préstamos concedidos por la sociedad a empresas del grupo (por valor de 51.584 millones de pesetas) y, en el activo circulante, otros 110.000 millones correspondientes a préstamos a corto plazo y a deudores. Hacia arriba, en el pasivo aparecen los 185.000 millones que el grupo Torras debe a su accionista, el grupo KIO.Estos datos se recogen en el expediente de suspensión de pagos que la sociedad ha aportado como parte de la documentación presentada ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que también recibió, la noche del viernes, las respuestas al requerimiento hecho a Javier de la Rosa. Al grupo Torras se le pidió que explicase la suspensión de pagos, al ser un hecho relevante en el mercado. Su consejo culpa a la banca de no querer negociar al tiempo que piden que cambien de actitud. Al empresario barcelonés se le requirió para que aportase documentación que apoyase las afirmaciones sobre que KIO había presentado suspensión de pagos para evitar realizar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA).
De la Rosa presentó una extensa documentación en la que argumenta, entre otras cosas, que el 18% de las acciones que tiene a través de la sociedad Mesa Redonda en Ercros pertenecen a Torras, que se había comprometido a recuperarlas. Asimismo, reconoce que tiene más del 10% de Ebro Agrícolas y dice que no posee participación en Prima, según fuentes cercanas al empresario catalán.
Por su parte, la documentación presentada por Torras recoge la decisión de presentar la suspensión y convocar junta general extraordinaria para el próximo 5 de enero de 1993.
