'Semos probes'
Ignoro qué tal se habrán tomado los países pobres europeos que los medios de comunicación españoles hayan abusado del nombramiento de Felipe González como jefe de los pobres de Europa. No sé qué méritos ha contraído nuestro presidente de Gobierno para quitarle ese cargo a su equivalente portugués o griego o irlandés. A mí me parece un humillante cargo de consolación después de lo mucho que se ha presumido de que España podía estar a la cabeza del tren de la prosperidad y la modernidad, y además este puesto de rebajas, de gran liquidación fin de temporada, no concierta, en ninguna sintaxis, con un año de éxtasis como 1992 en el que conseguimos llegar de la nada a la más absoluta pobreza.Eso sí, la actitud de Felipe González en Edimburgo ha sido enérgicamente pobre. Para empezar, Felipe González y Solana llegaron más tarde que los demás representantes porque tuvieron que hacer la colada de su ropa interior en el lavabo de su habitación. Lástima que las cámaras de televisión, controladas por las multinacionales, no dedicaran la atención debida a los tomates que lucían los representantes españoles en los talones de los calcetines ni al aprovechamiento de los descansos de las reuniones para limpiar los parabrisas de los coches de las delegaciones ricas. La enérgica pobreza de España impresionó tanto a los ricos que decidieron concedernos todo el tiempo necesario para que prosperemos y podamos ocupar en Europa el lugar que nos corresponde. Lo importante no es unir Europa de cualquier manera, sino desde la equidad, y todo aquel país que no pueda pagar un vermú con almejas merece que Europa siga bajo la tutela de los ricos hasta que los pobres dispongan de posibles. Fue muy elogiado el vestuario de Solana y González. Remendado, pero pulcro y bien planchado.
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