Las medidas de seguridad retrasan el rescate de los mineros sepultados
Las brigadas de salvamento de Hunosa lograron ayer perforar tres metros de una de las dos grandes rocas de pizarra que dificultan su avance hacia el lugar donde se supone que permanecen atrapados, desde el pasado jueves, cuatro trabajadores tras producirse un derrumbamiento. Los miembros de los equipos de rescate consideraban anoche que todavía deberán perforar otros cuatro metros de pizarra y aún tardarían varias horas en conseguirlo.Igualmente calificaron de muy complicados los trabajos que están llevando a cabo, porque tienen que extremar al máximo las medidas de seguridad, lo que retrasa notablemente el avance.
El accidente que mantiene, atrapados a los cuatro trabajadores desde las 8.30 del pasado jueves se produjo al derrumbarse 45 metros de techo de un taller situado entre la séptima y la octava plantas de la explotación.
Los cuatro mineros sepultados son los picadores Alfonso Fernández Iglesias, de 42 años; David Vázquez Fernández, de 35; José Luis Díez Guerra, de 36, el vigilante minero Miguel Angel Noguerol Lobo, de 42.
A medida que pasan las horas cunde el desánimo. Los familiares de los trabajadores, todos ellos casados y con hijos, permanecen en una sala de las instalaciones de la explotación. No quieren abandonan el lugar ni por las noches. Guardias jurados impiden que sean importunados.
La desolación entre ellos y entre quienes esperan al pie de la caña del pozo era anoche evidente.
