Pobres, pero solventes

El ambiente económico apenas ha cambiado en las últimas horas, pero los inversores intentan valorar a toda prisa el significado a medio plazo de la decisión de Moody's de mantener la calificación de la deuda española. Las dudas sobre la solvencia del sistema económico español parecen haberse disipado y la Bolsa no sabe bien cómo debe valorar ese cambio de matiz. El resultado de estas dudas ha sido una sesión en la que el índice se mantuvo al alza, pero con constantes correcciones en el momento en que algunos precios se despegaban del conjunto. El incremento de la tasa de paro fue como la otra cara de la moneda, aquella que recuerda que la situación puede verse de dos maneras muy diferentes.El volumen negociado dio cuenta de los movimientos del mercado en torno a esos dos polos, con constantes compras y ventas y alguna que otra aplicación. Al final, la cuestión se solventó con un resultado discreto, es decir, que el mercado asimila bien el encontrarse de una economía deteriorada, pero solvente. Los temores de última hora vinieron dictados por la caída de París, un mercado que había apostado por el descenso de tipos en Alemania. El índice consiguió reponerse y al cierre ganaba un 0,4%, 84 centésimas, mientras que el Íbex 35 terminaba esta animada sesión con una subida del 0,42%.