Milan Kucan, favorito ante las primeras elecciones de la independiente Eslovenia

Eslovenia, la primera república de la antigua Yugoslavia que alcanzó la independencia, lograda después en una guerra de 10 días que causó más revuelo internacional que víctimas, celebra mañana sus primeras elecciones democráticas como Estado independiente.

Ocho candidatos compiten para el cargo de presidente de Eslovenia, pero Milan Kucan, el presidente actual, ex comunista, político que inició la descentralización de la Liga de los Comunistas de Yugoslavia (LCY) y encabezó el proceso de la independencia eslovena, tiene todos los sondeos a su favor. Le conceden de antemano más del 55% de los votos.Los 90 escaños en la Asamblea Nacional y los 40 en el Consejo Nacional -las dos cámaras del Parlamento- son disputados por 32 partidos, de los que sólo cinco tienen posibilidades de conseguir diputados, según revelan las citadas encuestas. El Partido Liberal Democrático esloveno, de centro-izquierda, dirigido por el ex presidente de la presidencia yugoslava, Janez Drnovsek, espera lograr más de un 20% de los votos.

Drnovsek se perfila como un posible primer ministro en un Gobierno de coalición. Sin embargo, se desconocen aún sus futuros y posibles socios en la coalición que pueden ser los democristianos de Loj Peterle, financiados por los sectores católicos dentro y fuera de Eslovenia; el Partido de Reforma Democrática (ex comunista) que controla todavía importantes sectores de la vida económica, o el Partido Democrático, cuyos dirigentes jugaron un papel clave en la construcción del Estado independiente esloveno, en especial el ministro de Exteriores, Dimitrij Rupel, y el de Interior, Igor Bavcar.

Una vez consolidada la independencia, los eslovenos han centrado su atención en la economía. Cien mil personas, sobre una población de dos millones, están en paro, y las tendencias económicas apuntan hacia un incremento del desempleo y una clara desaceleración económica.

Auge ultranacionalista

Los últimos días de la campaña electoral están sirviendo para demostrar que los eslovenos no son inmunes al nacionalismo combatívo y al chovinismo. Zmaga Jelincic, el dirigente del ultranacionalista Partido Nacional Esloveno, ha visto crecer como la espuma su popularidad y espera recoger más de un 10% de los votos.

Su éxito, en los sondeos, ha sorprendido al resto de los partidos. Las consignas del Partido Nacional Esloveno son simples: Eslovenia para los eslovenos; los ex yugoslavos, residentes en Eslovenia, deben perder su nueva ciudadanía y abandonar la república dejando puestos de trabajo libres para los eslovenos.

Los disparos efectuados contra obreros que no hablan el esloveno y su consiguiente encarcelamiento por posesión ¡legal de armas no ha dañado la imagen pública de Jelincic.

El líder ultranacionalista tiene ideas muy simples sobre temas que son eludidos por otros candidatos, como el problema de los de 100.000 refugiados bosnios en Eslovenia, es decir un 5% de la población, al que quiere aplicar una receta clara: los no eslovenos deben irse.