La rebelión de las 'geishas

La mujer japonesa comienza a decir no después de 2.000 años de sumisión. Una de cada dos esposas niponas prefiere estar sola en casa que acompañada por su marido, y la presencia de éste molesta, según un estudio publicado por el Centro para la Investigación y Desarrollo del Tiempo Libre. El vapuleo del cónyuge masculino es mayor cuando se pregunta a la consorte si desea su compañía durante el tiempo libre: "No", respondió un 85%. Japón, consolidado su poderío económico, registra ahora indicadores sociales nunca conocidos.

El esposo que relegó sus responsabilidades familiares para dedicarse por entero a la empresa, la mayoría, está pagando las consecuencias de la entrega que hizo posible el espectacular desarrollo nacional. La encuesta, que nuevamente demuestra la progresiva independencia de las mujeres, se efectuó entre 200 parejas de Tokio y Osaka con edades entre los 30 y 59 años, y en ella se descubre también cómo el distanciamiento es más serio en los matrimonios de larga convivencia.La tradicional actitud doméstica de los maridos, denunciados como pasivos, escasamente dialogantes y absortos siempre en el trabajo, provoca que un 50% de las esposas se sienta más relajada en su ausencia. El 60% coincide de todas formas en que un recorte en la jornada laboral facilitaría el reencuentro, pero el 40% se opone, porque con el ocio del esposo acabaría el relajo doméstico.¿Qué está pasando en la fainilia?, se pregunta Akiko Furse, profesora de sociología de la Universidad Gakuln. Ocurren muchas cosas, entre ellas, la creciente separación entre los intereses del hombre y la mujer, demostrada en el incremento del número de solteros, y el alarmante envejecimiento de la sociedad, que registra esta bajísima tasa de natalidad: 1,53. Akiko Furse subraya que primero se niegan a la maternidad porque, desde que la Ley de Igualdad de Oportunidades en el Empleo entró en vigor, muchas mujeres trabajan tantas horas como el hombre y porque también quieren conservar sus fuentes de ingresos aun después de casadas.

Incremento de solteras

La socióloga estima que la sola evocación del agobiante periodo de exámenes de los escolares es suficiente para generar dudas sobre la conveniencia de ser madre. "Todos estos Pactores combinados explican por qué tantas mujeres rechazan la maternidad".También aumenta el índice de solteras en un país donde el celibato de las hijas que pasan de los 23 años alarma a sus padres. Según datos oficiales, el 40% de las jóvenes entre 20 y 30 años permancieron solteras en 1990, contra un 20% de los hombres de más de 30 años, índices sensiblemente superiores a los de años anteriores. Además, los divorcios aumentan y tres cuartas partes del total son solicitados por las esposas.