Valdemoro, una cárcel sin reclusos
JOSÉ A. HERNÁNDEZ Las literas están ya listas, pero los colchones siguen amontonados en un taller del módulo 1. El ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, la inauguró a bombo y platillo, hace tires meses, pero aún quedan otros tres -hasta febrero- para que se abra. Sus gigantescas instalaciones (que ocupan 29 hectáreas) están vacías, pendientes de acabar los flecos.Mientras tanto, a sólo 30 kilómetros, en Carabanchel, 2.600 reclusos soportan un hacinamiento casi histórico. En su sexta galería, por ejemplo, las celdas -que apenas tienen 29 metros cuadrados de superficie- tienen apiñados en literas hasta siete y ocho internos.
Los únicos internos que se asoman los días laborables por la prisión de máxima seguridad de Valdemoro proceden de la sección de régimen abierto de la vieja penitenciaría de Yeserías. Se desplazan allí durante unas horas para trabajar en la terminación de los últimos detalles.
Pero no sólo resta colocar los colchones para que Valdemoro deje de ser una cárcel sin presos. Los flecos son muchos y no menos costosos. Los muros exteriores carecen de vallas, las manchas de pintura (y de polvo) inundan el suelo, falta asimismo un control de vehículos y un aparcamiento para visitantes, las galerías destinadas a aislamiento y, presos peligrosos hay que mecanizarlas...
"Todo eso vale muchos millones", destaca Juan Figueroa, vicepresidente nacional del Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) y funcionario de Valdemoro. "Y lo peor es que no hay ni un duro", agrega. Instituciones Penitenciarias adeuda más de diez mil millones de pesetas a sus muchos proveedores.
Un total de 5.464 millones ha costado este recinto carcelario, según un portavoz de Asuntos Penitenciarios, organismo dependiente del Ministerio de Justicia. Según ACAIP, el presupuesto ha sido muy superior: 7.500 millones.Defectos
¿Por qué Valdemoro sigue vacía tres meses después de que el ministro Tomás de la Quadra la inaugurara oficialmente? ¿Y la premura en iniciar las obras de la cárcel de Soto del Real, incluso por la fuerza? Desde Asuntos Penitenciarios se justifica la tardanza en que el proyecto de ejecución de Valdemoro data de hace sólo cuatro años. Se están corrigiendo los defectos no advertidos inicialmente, indica un portavoz, y apostilla: "También falta que el Ministerio del Interior asigne a los guardias civiles que deben vigilar el centro".
Lo que sí ha hecho ya Asuntos Penitenciarios en Valdemoro es duplicar con literas la capacidad de gran parte de las celdas respecto al proyecto inicial. Cuando se abrió -hace aproximadamente un año- la cárcel de mujeres de Carabanchel, una juez de vigilancia de Madrid consideró "infrahumano" que se alojara a dos internas en celdas que tenían casi idéntica superficie que las de Valdemoro (8,86 metros cuadrados). "El ministro ha dicho que mientras no se construyan las 20 nuevas cárceles previstas, no habrá un interno por celda", replican fuentes oficiales.
El recinto carcelario de Valdemoro está situado a unos cinco kilómetros de la carretera de Andalucía. Sólo dispondrán de celdas individuales en los dos módulos de aislamiento y el destinado a los internos superpeligrosos, los FIES. La vigilancia se realizará desde una torre -45 metros de altura-, con apoyo de patrullas móviles de la Guardia Civil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.