La defensa de Juan Guerra fracasa en su intento de convertir la vista en un juicio contra el juez Márquez
La defensa de Juan Guerra y tres de sus socios intentó convertir ayer la primera sesión del juicio oral que se sigue en Sevilla contra el hermano del ex vicepresidente del Gobierno en un proceso público contra la actuación instructora del juez Ángel Márquez y, en consecuencia, solicitó la suspensión de la vista, la nulidad de las actuaciones y el sobreseimiento de la causa, tesis que rechazó el juez Conrado Gallardo. El defensor de Guerra, Antonio Mates, calificó de "satanización" el tratamiento dado por los medios de comunicación a su cliente, y añadió que el sumario es un monumento a la irracionalidad". El fiscal jefe de Sevilla, Alfredo Flores, rebatió uno a uno los 25 defectos procesales argumentados por la defensa y legitimó la actuación del juez Márquez.
Las tres primeras horas de la vista oral, en la que se juzga a Juan Guerra y a sus socios José María Ramos Reina, José Antonio Bellarny y Carlos Pulido Por dos delitos de falsedad y uno de fraude fiscal, fueron consumidas por Antonio Mates, Aurelio Tejera y José Antonio Santamaría, letrados de la defensa, para solicitar del juez Conrado Gallardo la, suspensión de la causa. Mates se refirió siempre a la instrucción tildándola de "proceso inquisitivo". Sobre Juan Guerra, que se sentó ayer por primera vez en el banquillo tres años después de que se destapara el escándalo, pesa una petición de nueve años de cárcel por los presuntos delitos de falsedad en documento oficial y mercantil de la sociedad Fracosur, así como por el presunto fraude a la Hacienda Pública cometido por esta empresa en 1989.
Mates expuso 18 cuestiones previas para acusar al juez Márquez, entre otras cosas, de haber utilizado una ley derogada, extralimitarse en sus funciones, no concretar los delitos, abrir la investigación exclusivamente en base a noticias publicadas en la prensa y vulnerar los derechos constitucionales a la tutela judicial efectiva, a un juez imparcial y a un proceso justo.
El abogado de Ramos Reina, Aurelio Tejera, añadió otras seis cuestiones para solicitar la suspensión y la nulidad radical del proceso, mientras que José Antonio Santamaría, letrado de Bellarny y Pulido, basó su intervención en la vulneración por parte del juez Márquez (le los derechos de sus defendidos, a los que sólo se tomó declaración en calidad de testigos.
Fuentes jurídicas presentes en la sala calificaron de "muy dura" la intervención de Antonio Mates, aunque señalaron que durante su exposición se revelaron casi todos los argumentos defensivos posibles, por lo que, de resultar fallido el alegato de suspensión, la defensa tendría casi agotado su papel. Y añadieron: "Han quemado todas sus naves y el juicio está prácticamente acabado para ellos; la defensa, aunque brillante, ha arriesgado mucho".'Caso Naseiro'
Estas fuentes calificaron también de "contundente" la respuesta del fiscal Flores, quien destruyó las pegas de Mates al procedimiento y rebatió la aplicación a esta causa de la sentencia de la Sala II II del Tribunal Supremo sobre el caso Naseiro. Dijo Flores: "La indefensión alegada por la defensa quedó subsanada en el escrito de acusación". Asimismo, el fiscal reconoció un fallo procesal en la primera declaración tomada a Juan Guerra, en la que se utilizó un impreso de declaración juramentada para testigo en vez de uno para imputados en la causa. Por eso, Flores pidió la anulación de esta prueba y recordó al tribunal que este tipo de defectos puede ser subsanados en sentencia.
El abogado del Estado, Gutiérrez Alviz, suscribió la. exposición del fiscal Flores y, además, dijo: "No es el momento de enjuiciar la labor de un juez". Añadió que el auto del instructor no tiene por qué 'predeterminar la sentencia del juez de lo Penal.Las letrados de las tres acusaciones particulares, Manuel Fernández Ochavo, del Partido Andalucista; Manuel Fernández del Pozo, de Izquierda Unida, y Marcos García Montes, de José María Ruiz Mateos; solicitaron a las 14.30 horas un aplazamiento de la vista para estudiar las cuestiones previas.
Ya por la tarde, el juez Gallardo, que razonará en su sentencia los motivos por los que desestimó la suspensión de la vista, dijo que el proceso goza de todas las garantías legales. Cuando el juez preguntó a Juan Guerra cuál era su profesión, éste contestó: "Ahora mismo ninguna". Guerra y sus socios se negaron a declarar.
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