Solchaga elude ofrecer nuevas medidas que acompañen a la devaluación pese a la insistencia de la oposición

El ministro de Economía, Carlos Solchaga, eludió ayer en el Congreso ofrecer nuevas medidas para acompañar la última devaluación de la peseta a pesar de la insistencia de todos los grupos de la oposición. "La devaluación es un fracaso colectivo, y en primer lugar. M Gobierno. No es buena para nadie", reconoció. Pese a. ello, Solchaga anunció una rebaja en sus previsiones de inflación para 1992 y 1993 debido a la caída de la demanda", es decir, a la crisis económica. Esta nueva previsión de Solchaga deja la inflación a diciembre de este año en el 5,7%, en lugar del 6,4% previsto hace unos meses. En 1993, mientras, el IPC quedará en el 4,5%, en lugar del 5% que prevé el proyecto de Presupuestos del Estado.

Carlos Solchaga defendió ayer en el Congreso que el principal beneficio de la devaluación decidida el domingo pasado es que "volvernos al nivel de competitividad de l988".Toda la oposición, y en especial el PP y CiU, exigieron a Solchaga un paquete de medidas que acompañen la devaluación. El propio ministro dijo que las devaluaciones, "cuando se adoptan con seriedad, deben acompañarse de una política restrictiva, y la mejor muestra de ello para los mercados es la subida de tipos de interés"

Pero al referirse a las medidas presupuestarias se limitó a decir que "la menor inflación debería permitirnos ahorrar en algunas partidas de gasto".

Nuevas previsiones

Según el ministro, a pesar del efecto inflacionista de la devaluación habrá una menor inflación. "El impacto en los precios sería de 7 o 8 décimas pero, a juzgar por el IVA, será mucho menor debido a la caída de la demanda". Esa caída es el resultado de la crisis económica.

Para argumentar la gravedad de la crisis, Solchaga ofreció varios datos de la central de balances del Banco de España.. El beneficio neto de las empresas cayó "un dramático 45%", debido, según Solchaga, al aumento de un 11,5% de los costes laborales antes que al crecimiento de un 5% de los costes financieros.

Por esto, volvió a pedir moderación salarial" como principal medida de acompañamiento de una devaluación que rebajará el déficit exterior al 3,1% (frente al 3,3% previsto en los presupuestos), gracias a un aumento de las exportaciones del 5,75% (frente al 5,5%) y otro de las importaciones de sólo el 1,1% (en lugar del 2,9%).

El ministro dedicó sus más dolidos comentarios al diferente trato que ha proporcionado Alemania a Francia, respecto al resto de los países del SME, para evitar la devaluación del franco. Dijo que "aunque algunos quieren ver en la devaluación de la peseta un fracaso de la política económica socialista, la actual crisis no ha diferenciado entre exitosos y fracasados" pues "ha afectado a 13 países". El problema es que sólo uno se ha visto beneficiado del "acuerdo, nunca reconocido, entre Francia y Alemania". A renglón seguido, Solchaga dejó caer que en la crisis de noviembre nadie ha acudido a ayudar a las monedas atacadas, es decir, a la peseta.

El portavoz del grupo parlamentario popular, Rodrigo Rato, solicitó la retirada del proyecto de ley de presupuestos para 1993, y esbozó un plan de urgencia que se concreta en siete medidas: Diseñar unos presupuestos que reduzcan el gasto público y aumenten el control sobre el Ejecutivo; fomentar el empleo a través de la formación profesional y los incentivos a la búsqueda de puestos de trabajo; agilizar la liberalización en la mayor parte de los servicios públicos y la desregulación de las telecomunicaciones y los transportes; impulsar las privatizaciones de empresas públicas; reformar del Plan Energético Nacional; una reforma fiscal que incentive el ahorro y la inversión; y adaptar medidas especiales contra los fraudes fiscal y social.

El portavoz del grupo catalán, Miquel Roca, insistió en que "el origen de la devaluación no han sido las turbulencias externas, sino nuestros desequilibrios interiores".

El momento más intenso del debate parlamentario, que duró cuatro horas y media, se produjo en el turno de réplicas de los grupos de la oposición y en la contrarréplica del ministro. Rato achacó a Solchaga no abordar con seriedad el debate y "estar más ocupado en hacer reír a su grupo parlamentario". El ministro, tomando como excusa la reforma fiscal del PP respondió alegando que "ustedes lo hacen muy mal y es normal porque no hay más cera que la que arde".

Un segundo enfrentamiento se produjo entre el portavoz de IU, Nicolás Sartorius, y el titular de Economía. Sartorius habla criticado duramente a Solchaga porque el paro, dijo, está aumentando en 2.500 personas al día. El ministro, con una inusual agresividad, replicó: "Contar sólo una parte de la verdad es una de las formas más sutiles de mentir".

[El presidente del Gobierno, Felipe González, aseguró en el Senado que la devaluación de la peseta es "lo que correspondía hacer para la defensa de nuestros intereses en el SME".]