Padres y colegiales del centro cerrado demandan al dueño de uno en uno

Las puertas del colegio privado España-Santa Eulalia, en Chamberí, no se abrieron ayer, pero recibieron patadas de algunos de los 600 alumnos que, por segundo día, volvieron a montar guardia. Esta vez lo hicieron con pancartas: "El cole, unido, jamás será vencido". Padres y alumnos se pasaron ayer por el juzgado de guardia para denunciar al dueño del colegio, Manuel España. Fuentes e juzgado indicaron que, desde las 9.00 hasta media tarde, medio centenar de personas presentaron la denuncia."¿Dónde está el juzgado?", preguntaban ayer por la mañana un montón de chavales de aspecto duro, metidos en un coche. Hipólito Velasco Merchán, profesor de Filosofia, les indicó y se explicó después: "Los que son mayores de 18 años van al juzgado de guardia a denunciar al' dueño del colegio, individualmente. También sus padres, y la asociación lo ha hecho". Hipólito tenía en la mano la Constitución. "Nos ampara", decía; "mire, los poderes tienen que salvaguardar la enseñanza".

La resistencia ante el dueño del centro, Manuel España, ya acusa sus primeras grietas. Los padres, reunidos el lunes por la noche en asamblea, rechazaron la oferta del ministerio de escolarizar a los chavales en institutos del distrito. El presidente de la Asociación de Padres (Apa) del colegio, José Luis Peña,- recibió una sonora pitada ayer, según un testigo, cuando corrió la voz de que uno de sus hijos ya tenía número para escolarizarse en uno de los institutos de la zona. Acoger a los chavales es la única oferta del ministerio.

"El cierre viola una norma administrativa", comentaba ayer la subdirectora de Régimen Jurídico de Centros, de Educación, Martina Cases, "pero el colegio es una propiedad privada y no podemos abrirlo".

Mientras, la puerta del edificio de Galileo, 55, donde estaban estudiando los 200 alumnos de EGB -cuya enseñanza está subvencionada por el ministerio- recibía unas sonoras patadas. Los tres guardias jurados abrieron y miraron con gesto adusto. "¡A ver si te tragas la porraaaa!". "Hoy no comes, macho". Más patadas y pitadas.