Las empresas 'puente'

El escándalo de las sociedades Filesa, Malesa y Time Export estalló a fines de mayo de 1991 cuando el contable Carlos van Schowen, despedido de la primera empresa sin apenas indemnización tras reclamar 25 millones por un estudio sobre contenedores, acude con documentación contable a dos periódicos. Van Schowen desvela que las empresas del grupo ingresaron 618 millones con sólo seis empleados. "Filesa, Malesa y Time Export", explicó Van Schowen al juez en su comparecencia del pasado mes de abril, "eran empresas puente donde los dineros eran captados de terceros y luego con ellos se pagaban facturas del PSOE, pero sin pasar por la contabilidad oficial del partido".Filesa y Time Export, con sede en Barcelona, son dos consultoras propiedad de Malesa, fundada en febrero de 1988 con 15 millones de pesetas de capital social. El 60% de la propiedad de Malesa es controlado por Alberto Flores, hermano de la responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Flores. El 40% restante pertenece a Luis Oliveró, administrador único de las tres sociedades.El proceso se dirige también contra el diputado Carlos Navarro Gómez, auditor de cuentas de profesión y coordinador de finanzas del Grupo Socialista en Cataluña, y contra Josep Maria Sala, senador del PSC-PSOE.

El contable denunció que varios bancos y grandes empresas (el Banco Bilbao Vizcaya, el Central Hispanoamericano, Cepsa y Enasa, entre otras) pagaron a Filesa más de 550 millones de pesetas por la elaboración de informes. Paralelamente, Filesa pagó 164 millones a Hauser y Menet, empresa de artes gráficas que ha realizado trabajos para las campañas del PSOE, y 267 millones a El Viso Publicidad responsable de todas las campañas electorales socialistas. Dos mensualidades del alquiler de la sede electoral del PSOE, en la madrileña calle de Gobelas, por 3,8 millones de pesetas cada una, fueron igualmente pagadas por Filesa.

También Producciones Cinematográficas Mabuse, empresa que realizó el video de la. campaña electoral del PSOE para las legislativas de 1989 que utilizaba sin permiso la imagen de 44 personajes públicos, cobró de Filesa un total de 29 millones de pesetas.