La apatía domina las elecciones de hoy en Perú

Más de 11 millones de peruanos están convocados hoy a las urnas para elegir el Congreso Constituyente Democrático (CCD), en un ambiente de apatía tras una campaña electoral de pocos días, sin debates y con escasas movilizaciones populares. El CCD tendrá la misión de elaborar una nueva Constitución y fiscalizar al Gobierno, que actúa sin control desde que el fujigolpe del pasado 5 de abril clausurara el Congreso y destituyera a los jueces,. Los principales partidos de la oposición no participan en las elecciones de hoy y han convocado a sus seguidores a anular el voto.

Las acciones terroristas de la organización guerrillera maoísta Sendero Luminoso se incrementaron los últimos días con varios atentados con explosivos en Lima y en el barrio residencial de Miraflores, donde el martes estalló un coche-bomba que causó tres muertos y una gran destrucción. Los terroristas, en una acción no reivindicada, colocaron incluso un explosivo en los pisos altos de un edificio situado al lado mismo del hotel donde se hospedan los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), encargados de vigilar la pureza del proceso electoral.Las encuestas que circulaban a última hora por Lima registran una caída de la alianza electoral Nueva Mayoría-Cambio 90, que apoya al presidente Fujimori, y se especulaba con la posibilidad de que no lograse la mayoría absoluta de escaños en el CCD. A pesar de contar con todo el apoyo de Fujimori, el cabeza de lista de Nueva Mayoría-Cambio 90, Jaime Yoshiyama, no ha resultado un buen candidato. Este peruano, también de origen japonés e ingeniero como Fujimor¡, ex ministro de Energía y Minas, no ha conseguido entusiasmar al electorado.

Los peruanos se muestran más bien fríos e indiferentes ante la elección de hoy, preocupados mucho más por la lucha diaria por salir adelante ante la crisis económica que atraviesa el país y los salarios de hambre que les obligan a buscar' toda clase de chapuzas para sobrevivir.

Temor al fraude

La oposición teme el fraude y desconfia incluso de los observadores de la OEA, a quienes en los últimos días se acusó de forma más o menos velada de prestarse a bendecir al Gobierno de facto de Fujimori. Este miedo al fraude ha obligado a los opositores a llamar al electorado para viciar el voto y no dejarlo en blanco. Teme la oposición que los votos en blanco puedan ser rellenados después para beneficiar a la alianza partidaria de Fujimori. También se pone en tela de juicio la posibilidad de controlar la limpieza de la elección en las zonas de emergencia, donde las Fuerzas Armadas ejercen el mando político y militar.La esposa del general Jaime Salinas, cabecilla de la reciente intentona golpista para derribar a Fujimori, declaró el jueves en Caracas que su marido tenía pruebas de que el presidente preparaba un fraude para favorecer a sus candidatos. Las palabras de la esposa del militar encarcelado, bajo la acusación de rebelión, coinciden con las declaraciones de Salinas a la revista Oiga, donde se denunciaba la existencia de un plan de fraude con la participación de algunos elementos del Ejército.