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Las empresas de la línea 903 afirman que van a autocontrolar el teléfono erótico

Las empresas españolas de audiotex que se dedican a la explotación de la línea 903 -ocupada en su 80% por servicios eróticos- mostraron ayer su grave preocupación por el desarrollo "desproporcionado" que ha tenido en España la llamada línea erótica, que en sus 10 primeros meses de existencia ha facturado 11.296 millones de pesetas. Los empresarios han anunciado que buscarán un antídoto contra las consecuencias que se están derivando de esta moda, que afecta especialmente a las conductas de jóvenes y a los bolsillos de las familias.

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Los empresarios que explotan estas líneas que comenzaron a funcionar en enero han anunciado tal decisión un día después de que el presidente de Telefónica, Cándido Velázquez, dijera en el Senado que su compañía no adoptará por ahora ninguna medida especial contra los teléfonos eróticos -Velázquez descartó separar su contratación del servicio ordinario- mientras no haya una ley que lo regule.Telefónica, que presta en régimen de monopolio la línea especial llamada inteligente de 903, obtuvo en los 10 primeros meses de funcionamiento de los servicios 7.548 millones de pesetas, es decir, casi dos tercios de la facturación total.

"Hemos percibido que existe un rechazo social hacia la línea erótica", dicen los empresarios, y queremos dejar constancia de que a través de la línea 903 se ofrecen ahora al menos 600 servicios diferentes que nada tienen que ver con la pornografía o con el party line y que se refieren a información general, información económica, y en especial bursátil; así como a información deportiva, política, gastronómica, etcétera. El 80% de las llamadas al 903 se dirigen a los servicios eróticos o de party line.

Hugo Vallanti, presidente de la Asociación Española de Proveedores de Servicios de Audiotex (AEPSA), entidad que agrupa a 68 de las 70 empresas que operan en este sector, señaló ayer que ya han diseñado las grandes líneas para un autocontrol de estos servicios y que ahora van a discutirlas con Telefónica, con la Administración y con las asociaciones de consumidores y usuarios.

"Desgraciadamente, el 903 ha nacido contaminado por los servicios eróticos", señalan curiosamente los empresarios de líneas 903, que obtienen sus mayores ingresos con la fórmula erótica (seis minutos de una llamada media al teléfono erótico le cuesta al usuario unas 600 pesetas, de las que 200 se lleva la empresa que presta el servicio y el resto se lo embolsa Telefónica). En los países con servicios de audiotex, la línea erótica ha tenido un gran desarrollo al principio, pero después se ha quedado relegada a poco más del 5% de los servicios totales. "En España hemos superado todos los récords", dice Vallanti, empresario que comenzó con una línea erótica y en este momento ya ha diversificado su empresa hacia otros servicios del 903, aunque mantiene, como la mayor parte de estos empresarios, el servicio erótico.

Medidas limitadoras

Entre las medidas limitadoras que se encuentran en estudio destacan la clara identificación de los productos ofrecidos por las empresas de servicios, la identificación de las empresas que prestan esos servicios y la identificación de los costes para el usuario. También se estudia limitar el tiempo de cada llamada (en la actualidad, la duración de cada llamada del party line está limitada a una hora), en un horario -generalmente nocturno y aproximadamente de 15 minutos de duración para que sea más difícil el acceso a menores.Otra de las limitaciones en estudio se refiere a la publicidad en los demás medios, especialmente en la prensa y en la televisión. Hoy, según los empresarios, se destina un 20% de los ingresos por cada empresa a la publicidad de esos servicios.

En relación con este tema, Autocontrol de la Publicidad, organismo representativo del sector para cuestiones éticas, ha recomendado a los medios de información que establezcan los filtros pertinentes para proteger y garantizar la dignidad de los soportes, la sensibilidad de su audiencia y la limpieza informativa de la publicidad".

Los empresarios se muestran escépticos respecto a una solución "tecnológica" mediante el establecimiento, por ejemplo, de un limitador de llamadas que se incorporaría al propio teléfono, y se han mostrado más receptivos, por ejemplo, a que Telefónica cambie la estrategia de numeración, es decir, que lleve los servicios eróticos a otro número y deje el 903 para el resto de los servicios.

Mientras se produce esta polémica, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha manifestado la necesidad de que se regule con carácter urgente el funcionamiento y el acceso a la línea 903, y, como último ejemplo de la picaresca y del timo al consumidor, ha denunciado un número -el 903 304 305-, que se anuncia en una cadena privada de televisión dentro de una programación infantil, que cuenta cuentos sin interrupción y repitiendo los cuentos, con lo que los niños pueden quedar colgados horas al teléfono.

"Resulta difícil hablar de un código ético", señala la OCU, en una oferta que se aprovecha de los niños para engrosar las cuentas. El único código posible es cortar la línea y punto", añaden.

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