La policía paquistaní apalea y detiene a la líder opositora Benazir Bhutto
La líder de la oposición paquistaní y ex primera ministra, Benazir Bhutto, fue apaleada y detenida ayer por la policía paquistaní cuando, acompañada por unos 300 partidarios, iba a comenzar a recorrer en una manifestación de protesta los 18 kilómetros que separan Rawalpindi de la capital, Islamabad, y la sede del Parlamento. La policía cargó cuando los concentrados empezaban a retirar el alambre de espino colocado alrededor de la casa de Bhutto.
Además de Benazir Bhutto, que ayer fue deportada a la ciudad de Karachi, al sur del país, y a quien le fue prohibida la entrada en Islamabad durante 30 días, fueron detenidos los principales dirigentes de su partido, el Popular de Pakistán, y de otros grupos de oposición. Con la marcha, se pretendía forzar la dimisión del Gobierno de Nawaz Sharif, surgido según ella de unas elecciones fraudulentas, y la formación de un Gabinete provisional hasta la celebración de nuevos comicios democráticos.La policía paquistaní utilizó contra los concentrados porras y gases lacrimógenos, mientras la hija del que fuera presidente y primer ministro Zulfikar Alí Bhutto, ejecutado en el año 1979 por los militares, gritaba: "¡Sinvergüenzas, cómo pueden apalear a gente inocente!" Según un testigo, un responsable policial ordenó a sus hombres apuntar directamente con los gases lacrimógenos a la ex primera ministra. Benazir Bhutto tuvo que refugiarse al final de los incidentes en un vehículo, mientras varios de sus partidarios huían despavoridos de la violenta carga. Varios de ellos fueron detenidos, al igual que la líder opositora, y varios resultaron gravemente heridos, según afirmaron diversos testigos.
Islamabad era ayer una ciudad preparada para enfrentarse a un sitio inexistente. La plaza del Parlamento estaba protegida con alambres de espino y custodiada por tropas armadas.
En la ciudad de Lahore, un millar de policías cargó contra unas 1.500 personas que se habían concentrado en un templo antes de emprender viaje hacia Islamabad para participar en la manifestación encabezada por Benazir Bhutto. Entre los detenidos, se encuentra el secretario de información del Partido Popular de Pakistán, Salman Taseer. Según los testigos, un grupo de manifestantes logró cercar un vehículo de la policía y prenderle fuego.
Las fuerzas de seguridad bloquearon todas las vías de salida de la ciudad en dirección a Islamabad con el fin de impedir que los manifestantes de Lahore pudieran juntarse con los de la capital. El Gobierno bloqueó puentes y carreteras en torno a la capital para disuadir a los manifestantes, con lo que el país quedó virtualmente paralizado. Además, la televisión oficial retransmitió un reciente partido de cricket, en el que Pakistán se impuso a Inglaterra.
El objetivo de estas manifestaciones de protesta era emprender una larga marcha" hacia la sede del legislativo para pedir la renuncia del actual Gobierno, encabezado por Nawaz Sharif, que la oposición considera ilegítimo y fruto de un fraude electoral masivo. Sharif ha detenido la marcha, pero al hacerlo ha cargado de razón moral a la líder opositora y corre el peligro de sufrir una reacción violenta de parte de sus seguidores.
Curiosamente, el Ejército, el poder real en Pakistán, se ha mantenido al margen y ha permanecido neutral. Los vínculos del actual primer ministro con el Ejército se enfriaron cuando se descubrió que un partido socio de la coalición gubernamental de Sharif había montado todo una estructura corrupta en la provincia de Sind.
EL PAIS / The Independent.
