El impacto del sida

En los últimos 12 meses, tres figuras mundiales del patinaje artístico canadiense han muerto de sida. Otro patinador canadiense, Dennis Coi, un antiguo campeón mundial juvenil, murió en 1987 a causa de la misma enfermedad. John Curry, del Reino Unido, un antiguo campeón olímpico que padece sida, volvió el mes pasado a su casa de Inglaterra para pasar lo que le queda de vida. El deporte, en silencio estoico, ha sido golpeado por la enfermedad en un año olímpico, normalmente reservado a las medallas de oro y vueltas triunfales. Ahora, el patinaje artístico tiene la tarea de educar a sus inquietos deportistas y evitar la publicidad que pueda dañar este deporte teatral.

"Ha sido devastador", dice Tracy Wilson, de Canadá, ganadora de una medalla de bronce en danza en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1988 junto a Rob McCall, que murió de sida el pasado noviembre. "He perdido a tres amigos patinadores por culpa del sida, y puedes pensar con tranquilidad que hay otros por ahí con el sida y que no hablan de ello."En el caso del sida, un patinador que reconozca que es homosexual o que es seropositivo se arriesga a algo más que a perder su intimidad. El reconocimiento conlleva también la fuerte probabilidad de perder el apoyo de patrocinadores y de que las dificultades aumentarán al cruzar fronteras de otros países para ir a las competiciones. EE UU tiene una de las políticas de fronteras y de inmigración más restrictivas por lo que al sida respecta.

"Rob McCall no anunció que tenía sida por esa razón", aseguró Tracy Wilson. "Esos meses finales fueron para él de un increíble desamparo. Estábamos en plena carrera profesional y no, quería dejarlo en absoluto."

Numerosos afectados

Wilson y McCall estaban actuando profesional mente junto a Brian Bottano y Katerina Witt en marzo de 1990, sacando partido por fin a su destreza en el piatinaje artístico, cuando MeCall fue hospitalizado en Portlánd por una neumonía. La enfermedad era un síntoma del sida. McCall murió de un cáncer cerebral relacionado con el sida 20 meses después, a los 33 años.Shaun McGill y Brian Pockar murieron de sida poco después de cumplir los treinta años. Los fallecimientos de McCall y Pockar, el campeón masculino de Canadá en tres ocasiones, fueron presentados oficialmente como relacionados con el sida por la Asociación Canadiense de Patinaje Artístico. Tracy Wil . son dijo que McGill, medalla de plata en el mundial profesional de 1988 y amigo suyo, también tuvo una muerte relacionada con el sida.

Falleció el 23 de marzo a los 30 años de edad.

Dennis Coi, que venció tanto a Boltano de EE UU como a Brian Orser, de Canadá, en los mundiales juveniles de 1978, falleció de sida en septiembre de 1987 a los 27 años. John Curry, el antiguo campeón mundial y olímpico, que trabajó junto a McGill, anunció el mes pasado que tenía sida y que volvería a su casa de Inglaterra.

En una entrevista publicada el mes pasado. Curry afirmó que contrajo el sida durante una relación homosexual mantenida hac ía bastantes años. Ninguno de los tres patinadores canadienses que han fallecido en los pasados doce meses dijeron cómo contrajeon la enfermedad.

Los patinadores están profundamente divididos sobre si el sida se ha convertido en un problema específico de su deporte y sobre si hacer públicas sus experiencias. Pese a ello, las estrellas de este deporte realizarán el próximo sábado una exhibición en el Varsity Arena de Toronto, en homenaje de McCall y para recaudar dinero para la investigación del sida en Canadá.

La exhibición de Toronto significa la primera aparición pública de los patinadores. McCall, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Calgary en 1988 junto a Wilson, murió mientras preparaba la exhibición. Como la mayoría de patinadores afectados por el sida, McCall habló de su enfermedad sólo con sus amigos más allegados, temeroso de las leyes de inmigración y de fronteras de Estados Unidos.

Sean o no exagerados los temores, los responsables deportivos luchan contra la percepción interna de que el patinaje artístico está asediado. David Dore, director general de la Federación Canadiense de Patinaje Artístico, ha tratado de evitar el pánico entre los padres de los patinadores juveniles. "El sida es un problema de la sociedad, no un azote del patinaje artístico", dice Dore.