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Protesta vecinal en la Alameda de Osuna contra una vieja línea férrea

Vecinos de la Alameda de Osuna volvieron a reclamar ayer la eliminación de la anticuada línea férrea que cruza el barrio y que no se utiliza desde hace 10 años. Esta vez, la asociación familiar de la colonia tomó la iniciativa de desmontar parte de los raíles usando herramientas domésticas. Con esta acción, los residentes solicitan a Renfe y al Ayuntamiento de Madrid la ejecución de un proyecto para transformar las vías en un bulevar y en una zona de aparcamiento.

El carril ferroviario que atraviesa la Alameda de Osuna se usaba para transportar combustible desde los depósitos de Campsa hasta el aeropuerto de Barajas. Con la construcción en 1982 de un oleoducto, la conocida línea de la gasolina, las vías cayeron en desuso. Durante los últimos años, esta zona de Barajas ha ido creciendo paulatinamente a ambos lados de un tramo de 1.200 metros de hierro oxidado, que ahora los vecinos pretenden recuperar como espacio público de paseo y aparcamiento.

Avelino García, presidente de la Asociación de la Alameda de Osuna, asegura que hace dos años se diseñó un plan para convertir la vía muerta en un bulevar y en un estacionamiento subterráneo. Los 1.500 millones de pesetas de la operación iban a ser financiados con la explotación de las plazas de aparcamiento.

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