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EL SUMARIO DEL "CASO OLLERO"

La 'trama Ollero' negoció con las principales constructoras

El sumario del caso Ollero desvela que la red de comisiones por la adjudicación de obras públicas en Andalucía se extiende a las principales empresas constructoras y no sólo a Ocisa, la firma implicada por el pago de 28 millones por obtener la carretera Las Pedrizas-Salinas. Los acusados contaban con informamación privilegida sobre los pados que la Junta de Andalucía ejecutaba para conceder sus obras

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EL PAÍS, Madrid Los principales implicados en el caso Ollero tenían creada una amplia red para, controlar el acceso de las principales empresas constructoras, de España a los concursos de obras en Andalucía. De la lectura del sumario dé la causa se desprende que la comisión de 28 millones pagada por la empresa Ocisa es sólo una de las muchas operaciones que el intermediario Pedro Llach Rey dirigía desde Sevilla con la información que le suministraban Antonio Mena Anisis, funcionario de la Consejería de Economía, y Jorge Ollero, hermano del ex director general de Carreteras de la Junta, Manuel Ollero. El volumen económico de las operaciones se puede apreciar por una lista, intervenida por la policía en una caja de seguridad en una sucursal del Banco Zaragozano en Sevilla a nombre de Llach. La lista detalla 14 obras públicas con presupuestos de licitación por un importe total de más de 36.000 millones de pesetas, y marcadas con una X algunas de las empresas que, al parecer, optaban a la adjudicación.

La cifra que controla Pedro Llach le hace despreciar cantidades de dinero que para cualquier ciudadano supondrían una fortuna. Así, preguntado en su declaración ante la juez Pilar Llorente por la presunta compra de una casa de 10 millones de pesetas en Higuera de la Sierra (Huelva) para regalársela a Manuel Ollero, el imputado declara 11 que si bien tiene la certeza de que don Manuel Ollero es una persona íntegra y que no se dejaría comprar por nada, a Jorge Ollero le interesaba que se mojase ( ... ) y que la cantidad de 10 millones, al declarante [Llach] le parecía una insignificancia".

El asesor fiscal

Otro dato no conocido hasta ahora y que consta en las actuaciones es la participación de Javier Gallardo en la trama. Gallardo, quien se declara asesor fiscal de Pedro Llach, participaba presuntamente en el blanqueo del dinero procedente de, las comisiones. En una conversación entre Llach y Gallardo grabada por la policía, el primero le dice que tienen que llevar a Madrid "todas las facturas para entregárselas a Jesús" [se refieren a Jesús Roa, presidente de Ocisa]. Llach afirma que deben llevar 500 millones en facturas y Gallardo le contesta: "Puedo llevar nada más que 250 millones y yo le envío después el resto". El asesor fiscal explica: "Algunas son facturas que yo tengo que pedir talonarios de algunas empresas ya", "hay algunas que se están pidiendo en imprenta" y "otras que ya, que tienen facturas nuevas que están haciendo con la inscripción del Registro Mercantil".

Javier Gallardo, tanto en su declaración ante la Policía Judicial como posteriormente ante la juez, niega que facilitase a su cliente "facturas proforma [albaranes] o de cualquier otro tipo que sirviera de soporte contable para las operaciones que el señor Llach realiza con las constructoras". Gallardo señala en su declaración que conoció a Llach en 1990 y que cuando acordó llevarle sus asuntos fiscales, el intermediario sufría una inspección de Hacienda. En el sumario sólo aparece la declaración del IRPF referida a 1990, en la que declaró una base imponible de 2.316.707 pesetas; la cuota líquida resultante era de 211.718 pesetas y tiene que pagar a la presentación de la declaración 19.300 pesetas.

Pese a esta declaración, Llach le dice a Jorge Ollero: "Tú lo que tienes que hacer ya es aprovechar todo esto y hacerte una historia seria, que es lo que yo estoy intentando y dejarme ya de inversiones, ¿comprendes? Yo ahora me voy a dedicar a tener una cosa seria, con una renta fija y fuera, que te deje dos o tres millones de pesetas todos los meses de renta y con eso vives". Ollero le contesta: "Hombre, claro", Y Llach concluye: "Eso lo podemos hacer con relativa facilidad". Llach insta a Ollero a que no le cuente estos proyectos a su hermano Manuel y que le siga transmitiendo "angustias constantes y permanentemente, porque esto es por las únicas claves que se mueve, si no, nos dan morcilla a ti y a mi".

"Coger obras aquí"

En una de las conversaciones intervenidas por la policía entre Llach y Jorge Ollero, los dos implicados en la trama diseñan la forma en la que van a introducir en la red de empresas controladas a una nueva sociedad llamada PECSA, que según explican, es de, Alberto Cortina y Alberto Alcocer tras su separación de las hermanas Koplowitz y que piensa "empezar a coger obras aquí". Llach le dice a Jorge Ollero que PECSA le ha encargado buscar un delegado para esta empresa en Andalucía y le pide: "Entonces tendrás que, habrá que hablar con el cacerolo [Manuel Ollero]" porque la nueva empresa "va a entrar en el juego, y entonces necesitamos alguien que sea eficaz, que sea buena, que sea fantástico, ¿no?".

La declaración de Llach ante la Policía Judicial se extendió entre el 21 y el 23 de julio pasados. En los dos primeros días, el ' intermediario se obstinó en negar sistemáticamente todas las acusaciones contestando a todas las preguntas con un "no recuerdo". Pero el tercer día Llach se derrumba y empieza a mostrar, según el atestado policial, "una actitud abierta y positiva". Reconoce el pago de Ocisa, su entrevista con Jesús Roa y los apodos que usan en sus conversaciones, entre ellos el de Ópera para hablar de Aida Álvarez, ex coordiriadora de finanzas del PSOE.

Otro presunto integrante de la red es el intermediario madrileño Gustavo Durán, implicado en el intento de soborno a un diputado de IU en la Asamblea de Madrid. Las conversaciones interceptadas por la policía entre Durán y Llach son múltiples y en todas ellas se hace referencia a obras públicas en Andalucía.

En una de estas conversaciones, que constan en el sumario, Durán le informa a Llach que tiene proyectado reunirse con el delegado de una importante empresa constructora en Málaga para conseguir que le reserve "un 2%" de todos los contratos que consigan en Andalucía. Durán le pide a Llach que monte "el típico show" en el aeropuerto y Llach le contesta: "Iré con el Ranger que es más cómodo", "teléfono en el coche para que él llame y haga lo que quiera, y le haremos un show impresionante".

Llach concluye: "Porque nos interesa a nosotros más que a él". Durán le responde: "¡Hombre! pero es que tendremos un 2 de todo". Llach: "Claro, claro, claro, y además vamos a tener muchas cosas".

En el sexto volumen del sumario aparece otra figura singular del caso: José Miguel Furriel, un individuo que compartió celda en la prisión con Llach, y que está procesado por falsificación.

La "trama Ollero" negoció con las principales constructoras

José Miguel Furriel, que se presenta a Llach como abogado y falangista, comienza una relación con su compañero de celda fuera de la cárcel, hasta que es detenido nuevamente por la policía. En su declaración, Furrier dice que Llach le ofrece trabajo al salir de prisión para que se encargue de cobrar a las empresas que pagan comisiones inferiores a 500.000 pesetas. También le entrega una circular del PSOE con el nombre en blanco de las personas a las que debería ser presentado. Esta circular, que la policía no encontró en un registro ordenado por la juez en el domicilio de Furriel, era, según el declarante, "para financiar actividades del partido y que para ello se atendiese tanto a Pedro Llach y a Guillermo Galeote".Personajes públicos

En las cintas, los implicados hablan con relativa familiaridad de personajes conocidos, como Lluis Barón, hermano del ex ministro socialista Enrique Barón; del empresario Enrique Sarasola; del alcalde de Marbella, Jesús Gil, al que no mencionan por su nombre, y de varios dirigentes del PSOE.

En una conversación entre Jorge Ollero y Pedro Llach sobre la adjudicación de unas obras, se produce el siguiente diálogo:

Ollero: "Será que se espera una movida política de, en fin del Gobierno, del PSOE, del Guerra o algunos de esos".

Llach: "No, no, no. Ese no entra en eso ni loco, vamos".

Ollero: "Ni loco ¿no?

Llach: "Ni loco, ni Felipe entra en eso, ni loco, y además con... con aquí no entran, pueden entrar, pueden entrar los segundones o tercerones, pero los dos, que los conozco yo muy bien, esos no entran ni locos, ¡vamos!, y además se avergonzarían y lo descalificaría, echaría al individuo que se meta".

En otra conversación posterior entre Jorge Ollero y Pedro Llach, ambos se muestran convencidos de que la adjudicación de la carretera Las Pedrizas-Salinas va a ser para Ocisa y no para Dragados y Construcciones, como cree ésta última empresa. Ollero y Llach piensan que el consejero de Obras Públicas de la Junta, Juan López Martos, se puede ver afectado por los intereses o gestiones que a favor de Dragados aseguran los dos implicados que ha hecho el ministro de Obras Públicas, José Borrel. El diálogo es el siguiente:

Ollero: "Y entonces creen que habrá una movida ahora con el consejero".

Llach: "[risas] Ya, ya, ya".

Ollero: "Y que, pero que vamos, que no le preocupa ¿no?"

Llach: "Sí".

Ollero: "Que no le preocupa ni le preocupa el consejero, ni le preocupa incluso cualquier gestión del señor Borrel, que la ha hecho ya a *favor de alguien".

Llach: "Sí, sí, ya la hizo, ya la hizo en su momento, la hizo y ante unas personas que no se lo merecían, vamos".

28 millones de "asesoramiento" y "gratificación"

Los dos documentos reproducidos arriba son las facturas que el intermediario Pedro Llach presentó a Jesús Roa, presidente de Ocisa, y que éste le abonó personalmente en metálico. La pri mera -a la izquierda- asciende a 14.820.180 pesetas líquidas por "presentación y seguimiento en la oferta de obras". La otra suma 13.179.820 pesetas en concepto de "gratificación" complementaria por el "asesoramiento" de Llach. En total, 28 millones. De esa cifra, 22 millones fueron intervenidos por la policía a Jorge Ollero. Roa declaró a la juez que decidió gratificar a Llach hasta los 28 millones "dado que en el último periodo a Ocisa le había ido bien en el sector de Andalucía".La acusación sostiene que los 28 millones eran la comisión a Llach por la adjudicación a Ocisa del desdoblamiento en la carretera Las Pedrizas-Salinas y que las facturas son una tapadera. El tercer documento, firmado por Manuel Ollero, fija la cláusula de revisión en el precio de la citada obra.

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