Guerra matiza a González y asegura que no se eliminarán trabas para facilitar el despido libre

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, dio ayer garantías a los dirigentes de CC OO -con quienes se reunió en Madrid- de que el Gobierno no facilitará el despido libre ni eliminará trabas administrativas al respecto. Guerra rectificó así al presidente del Gobierno, Felipe González, quien en recientes declaraciones a Radio Nacional se mostró partidario de eliminar alguna de esas trabas. "El despido libre no está en el orden del día del Gobierno y, además, ya lo ha desmentido. No me pidan pruebas de sangre", respondió Guerra a las preguntas sobre el comentario de González.

Alfonso Guerra se atiene a la primera versión que escuchó a Felipe González sobre el rechazo del despido libre en una ejecutiva del partido celebrada hace tres semanas, sin tener en cuenta las declaraciones posteriores del presidente en las que abogaba por eliminar "trabas".Antes de que Guerra negara ayer con contundencia que este Gobierno no autorizará el despido libre ni eliminará la autorización administrativa para los despidos, ya lo había comunicado a la dirección de CC OO, que se desplazó a la sede federal del PSOE en Madrid para analizar la política económica y las posibilidades de que el PSOE hiciera cambiar de opinión al Gobierno en algunas materias. El único resultado fue "la voluntad" del PSOE de "favorecer" el diálogo de los sindicatos con el Ejecutivo.

Dirigentes de alto nivel.

Uno de los asuntos planteadoss con más preocupación por el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, a Alfonso Guerra fue la posibilidad del despido libre. Guerra estuvo acompañado por los miembros de la ejecutiva Txiki Benegas, secretario de organización; Francisco Fernández. Marugán, responsable del área económica, y Eduardo Martín Toval, presidente del Grupo Parlamentario Socialista.Gutiérrez recordó el principio de la polémica con las palabras del secretario de Estado de Economía, Pedro Pérez y, después, el pasado viernes, por el presidente del Gobierno. El jefe del Ejecutivo, aunque evitó hablar de despidos libres, no consideró descabellada la eliminación "de algunas de las trabas administrativas que aún quedan para la autorización de la regulación de empleo" e informó que dichas trabas no existen en ningún otro país de Europa, a excepción de Italia.

Entre estas dos declaraciones medió una reunión de la ejecutiva en la que Felipe González, según diversos asistentes, tras escuchar un aluvión de críticas de miembros de la ejecutiva al "anuncio" de esa medida, consideró inconveniente la reflexión de Pedro Pérez y aseguró que no figuraba en la agenda del Gobierno.

Guerra se aferró ayer a lo dicho en esa ejecutiva por González. "No está en el orden del día del Gobierno, ni del PSOE ni del grupo parlamentario", dijo Guerra. La insistencia en que González había insinuado lo contrario no hizo titubear a Guerra. "El Gobierno lo ha desmentido y, desde luego, no me pidan autos de fe que lleven a que me queme en la plaza pública para demostrar lo contrario; ya no es tiempo de pedir pruebas de sangre", fueron las palabras de Guerra.

Ayer mismo, Pedro Pérez manifestó que "nadie ha hablado de despido libre sino de eliminar algunas trabas administrativas al despido".

Pero el principal objetivo de Alfonso Guerra era resaltar el acuerdo alcanzado con los sindicatos en la ley de huelga y el acercamiento en otras cuestiones. Así, quiso subrayar la lógica de que un partido que defiende tesis "progresistas" tenga buenas. relaciones con los sindicatos.

La versión que dio de la reunión fue mucho más positiva que la expresada por Antonio Gutiérrez. Para el líder sindical, "hoy por hoy" no hay razones para votar al PSOE, dado que el balance en materia socioeconómica "es negativo". Ésta era la respuesta a la petición de González el pasado domingo a los militantes de los sindicatos para que votaran en las próximas elecciones a los socialistas. El asunto no fue tratado ayer.

En línea con la normalidad con la que Guerra quería referirse a la reunión no. quiso responder a esta opinión de Gutiérrez, sino que se limitó a señalar que su partido tenía el derecho de pedir el voto "a todos los sectores sociales".

Discrepancias

Ambos reconocieron su discrepancia sobre la calificación de los Presupuestos Generales del Estado. Mientras que para el sindicato son "muy restrictivos", Guerra dijo que no lo eran en materia de "infraestructuras y gastos sociales".Gutiérrez afirmó que por parte del PSOE "no hay compromisos, sino voluntad de facilitar el diálogo" Gobierno-sindicatos. La labor de mediación la realizará el PSOE en el sector público, promoviendo el diálogo en el Consejo de la Función Pública en torno a la Ley de Salud Laboral; en la Mesa de Política Industrial, en el Plan de Vivienda y en la Ley de Arrendamientos Urbanos. Estos asuntos, precisamente, dividen al Gobierno y al PSOE.