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Los presupuestos de las autonomías crecerán un 10%, la mitad que este año

La hora de la moderación ha llegado para las comunidades autónomas. Tras los últimos años de fuerte crecimiento del gasto, en 1993 las comunidades inaugurarán una etapa de ahorro. El objetivo es reducir el déficit al límite fijado en el plan de convergencia con Europa: un 1% del PIB para 1997. Dentro de esta línea de moderación, las diferentes comunidades autónomas han elaborado proyectos presupuestarios para 1993, sobre la base de congelar los salarios de los funcionarios y moderar el conjunto del gasto, con un crecimiento del gasto situado entre el 5% y el 10%, por debajo del 17% de este año.

Los gobiernos de Andalucía, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid y País Vasco, que representan tres cuartas partes del gasto total de las autonomías, han presentado en los últimos días proyectos de presupuestos marcados por la moderación. Lo mismo han hecho el resto de comunidades. Andalucía, la comunidad con más presupuesto, gastará el año próximo 1,64 billones, un 7,2% más que este año, según el proyecto presentado al Parlamento andaluz. Se trata de un presupuesto radicalmente distinto al de este año, en el que el gasto crece un 18,3%.Cataluña gastará un 9,2% más, frente al 16,8% el año anterior, según el proyecto. presentado a la cámara catalana por Convergència i Unió (CIU). El presupuesto de la Comunidad Valenciana aumentará el año que viene un 8,8% hasta alcanzar 810.000 millones. El de Galicia, que había crecido un 20,2% este año, ascenderá en 1993 a 676.000 millones, con un alza del 9,45%. El de Madrid aumentará un 7,2% hasta los 389.000 millones.

La moderación del gasto se realizará a través de dos partidas: congelación de sueldos del personal y restricción de los gastos de funcionamiento administrativo. Hacienda ha sido la inductora de la congelación salarial al introducir una claúsula en el proyecto de Presupuestos del Estado para 1993, según la cual la congelación es necesaria por motivos de "interés económico" y vincula a todas las comunidades, según coinciden en señalar el consejero de Economía de la Generalitat, Macià Alavedra, y el viceconsejero de Hacienda de Madrid, Olegario Oubiña.

La restricciones afectan también al capítulo de inversiones. Aunque diversos gobiernos autónomos consultados afirman que el esfuerzo de contención del gasto se ha utilizado para potenciar la inversión, - que crece más que el gasto- el crecimiento de ésta es menor al de años anteriores.

Menos inversión

En el presupuesto de la Generalitat de Cataluña la inversión pasa de crecer un 21% en 1992 al 10,2% en 1993. En el de Galicia, los fondos para la inversión crecen un 11,65%, frente, al 17% este año. En Madrid, aumenta un 5,3%, muy debajo del 9% del año anterior.

La restricción presupuestaria se produce en un contexto en el que no crecen los ingresos debido a la caída de la actividad económica. En Navarra, gobernada por el UPN y el PP, ha quedado paralizada la anunciada regulación de balances debido a "su elevado coste fiscal, que se concentra sobre todo en el primer año", dice el consejero de Economía, Javier Pomés.

Hace un mes, el Estado fue el primero en tomar la salida en esta carrera al prever un aumento del gasto del 8,2% para 1993 frente al 16% el año anterior. Hacienda firmó hace seis meses con las 17 comunidades autónomas un programa de coordinación presupuestaria para trazar el camino hacia la contención. "Lo que ajustamos por un lado no debe desajuste por otro", dicen fuentes de la Administración central para explicar la necesidad de que las. autonomías. se sumen al ajuste que impulsa la Administración central.

El poder del centro

La velocidad de descentralización del gasto desde la Administración central a las comunidades autónomas hace imprescindible su moderación presupuestaria para cumplir con las exigencias de déficit que marca Maastricht. Las autonomías realizaron en 1991 el 21,1% del gasto público, cuando 10 años antes sólo representaban el 3%, según datos de la Fundación de Estudios de Economía Aplica da (Fedea). Hacienda estima que en 1990 las comunidades realizaron el 23,9% del gasto público, excluyendo el gasto en pensiones. Sin embargo, las comunidades tienen poca autonomía para decidir el destino del dinero que figura en sus presupuestos. El 60% del dinero que gastan las de mayor techo competencial -Cataluña, Andalucía, Valencia, Galicia y Canarias- llega por la vía de los presupuestos del Estado. Esto quiere decir que estos fondos deben. gastarse en lo que indique la Administración. Si el Gobierno hace un presupuesto restrictivo como ha hecho este año, las autonomías deberán hacer uno de signo similar. Por eso, una vez conocido el proyecto de presupuestos del Estado, todas las comunidades han presentado para 1993 a sus respectivos parlamentos unos presupuestos de contención del gasto, muy distintos de los del año anterior.

Sólo el País Vasco y Navarra, por ser comunidades forales, tienen margen de decisión sobre el dinero que ingresan.

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