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Aznar visita Chamberí, el distrito de 'su' concejal

Javier Casqueiro

No fue Salamanca, como cabría pensar. Tampoco la plaza de toros de Las Ventas, como otros. El lugar elegido por el presidente del Partido Popular, José María Aznar, para cubrir su primer recorrido en Madrid en la campaña electoral que se avecina fue Chamberí. La responsable de este distrito, Mercedes de la Merced, su amiga y estrecha colaboradora, le preparó un itinerario variado (colegio, obra recién inaugurada, mercado, biblioteca, tercera edad y bares para jóvenes) que al final se saldó con aplausos, abrazos, besos, escupitajos, abucheos e insultos.

Mercedes de la Merced conoció hace seis años a Aznar en Valladolid una noche de copas. Un amigo, entonces militante destacado de UCI), se lo presentó y marcó su futuro particular y sobre todo político. En aquel primer contacto De la Merced fue especialmente ácida con el entonces candidato a presidente de la Junta de Castilla y León -le dijo que nunca llegaría a ser presidente- y eso a Aznar le atrajo. Dice que le habló sin tapujos, como ahora. A partir de ese momento pasó a ser su colaboradora.Con Aznar ya en Madrid como presidente del partido, De la Merced continuó a su lado en la sede del PP. Cuando llegó la hora de componer las listas municipales en las pasadas elecciones la situó en un buen puesto y el alcalde, José María Álvarez del Manzano le otorgó su confianza como presidenta del distrito de Chamberí. La concejal se empeña en asegurar que éste es un buen cargo para disipar las especulaciones sobre sus pretensiones de mayores responsabilidades, pero con escaso poder de convicción.

De la Merced asegura que desde Chamberí se puede tener incluso más poder que desde las áreas municipales más complejas que abarcan asuntos para todos los distritos.

Empezar por donde se trabaja

La concejal, ayer, no cabía en sí de gozo. El presidente del PP eligió Chamberí para aparecerse en las calles madrileñas "y conocer qué es lo que sucede y cómo funcionan las cosas".Aznar intentó acallar las divagaciones periodísticas sobre el gran futuro que le deparará a la concejal esta visita: "He empezado por Chamberí porque por algún lado hay que comenzar y porque creo que es bueno hacerlo en donde uno trabaja [la sede central del PP está ubicada en este distrito] y se pasa gran parte del día".

El presidente del PP cree que los demás ediles madrileños no tienen motivos para encelarse: "Visitaré todos los distritos". Sus colaboradores recalcaron esta versión y apuntaron que ya tenía en su agenda un día y para pasearse por el feudo de Angel Matanzo, el degradado distrito Centro. Esta fecha existía -el 18- pero por el momento se ha borrado del calendario.

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El alcalde tampoco quiso admitir como lógicas las interpretaciones sobre la preferencia política que supone para la concejal el paseo de Aznar por sus dominios. José María Álvarez del Manzano, que ayer tuvo una jornada apretada, llegó incluso tarde a la cita. Esta ausencia fomentó la confusión entre los escolares del colegio público Fernando el Católico.

El presidente del PP comprobó luego el efecto de una de las inversiones preferidas del equipo de Gobierno municipal -un aparcamiento para residentes en Bravo Murillo-, estuvo en el mercado de Alonso Cano aunque no compró nada, observó el estado de las obras de una casa con viviendas de precio tasado -muy reclamadas- y entró en una biblioteca de barrio para mayores.

La comitiva se inmiscuyó en el mundo de la tercera edad en el centro cultural Galileo. Las ancianas aprovecharon para pedirle sillas a la concejal y un local propio. Otros dos, Juan Antonio y Cayetano, propinaron "un repaso" al dominó a los líderes del PP.

Paso por Aurrerá

La marcha se dirigió al punto final y más complicado del programa: los pubs de Aurrerá, atestados a esas horas (ocho de la tarde) de jóvenes variopintos. Aznar no, salió del todo malparado. Habló con algunos, firmó fotografías para otros, se libró de los escupitajos de los que se escondían a la vista en pisos superiores y escuchó un buena sarta de insultos: "Fascista", "maricón", "hijo de puta".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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