Las críticas provocaron la decisión de Magic
La decisión de Earvin Magic Johnson de anunciar su retirada definitiva del baloncesto, tomada el lunes pasado, fue un gesto intencionado. Según sus mejores amigos, las duras críticas que recibió por parte de algunos sectores de la NBA le convencieron de que su presencia en el terreno de juego como portador del virus del sida había fomentado el terror entre los jugadores y amenazaba con afectar los resultados de algunos partidos. Sin embargo, la decisión deja un profundo sabor amargo y le resta mucha imagen a una Liga que se jactaba de una línea de actuación progresista.
El inesperado abandono de Johnson también significa que los expertos médicos pierden una oportunidad exclusiva para estudiar el desarrollo del virus. El doctor David Rogers, copresidente de la Comisión Nacional del Sida, calificó las críticas de los jugadores como "despreciables".Fue una controversia que explotó sin previo aviso. Johnson había participado sin mayores inconvenientes en el partido de All Stars del pasado fe brero y en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Pero ambas son competiciones de breve duración, que se limitan a baloncestistas de élite. Al parecer, toda una Liga no estaba dispuesta a hacer el papel de conejillo de Indias a lo largo de una temporada de 82 jornadas. El domingo, en el diario The New York Times, varios jugadores, entre ellos Karl Malone, alero del Utah Jazz y compañero de Johnson en la selección olímpica, y Gerard Wilkins, escolta del Cleveland Cavaliers, señalaron que cualquier riesgo de infección era demasiado grande y que Johnson constituía un pe ligro para la NBA.
"El equipo de ensueño fue un concepto que todo el mundo quiso. Pero ahora estamos de nuevo en la realidad", fue la razón que Malone dio por cambiar de parecer respecto a Johnson. "Hay jugadores que tienen miedo", agregó Wilkins.
Johnson creyó tener una idea de las críticas que le esperaban. Obviamente, menospreció el impacto y la naturaleza de estos ataques. En las últimas semanas, Johnson se vio obligado a desmentir hasta reportajes que decían que era bisexual y que no había sido sincero explicando el origen de su infección.
Tate George, un base del New Jersey Nets que comparte el mismo representante con Johnson, habló con el jugador el mismo lunes y dijo que Magic estaba "herido por el hecho de que muchos de los muchachos lo abandonaran".
Pat Riley, quien durante nueve años fue el entrenador de los Lakers de Los Ángeles, el club de Johnson, también conversó por teléfono con el jugador el lunes por la mañana y aseguró que lo encontró un poco deprimido. "Pero es una decisión que ha pensado mucho", agregó Riley. "Me cogió por sorpresa.
El se ha enfrentado a todo lo demás en su vida, por eso pensé que continuaría con su carrera. Sin embargo, entiendo por qué lo ha hecho. Hay gente inquieta ante su retorno y él está verdaderamente preocupado por ello. Una vez que los jugadores comenzaron a hacer públicas sus dudas, él también comenzó a dudar".
Riley, actualmente técnico del New York Knicks, aseguró que ninguno de sus jugadores había mostrado tener miedo de enfrentarse a Johnson, pero el entrenador reconoció que las críticas eran de esperar porque se trataba de una enfermedad desconocida. "Nadie puede asegurar que no existe ninguna posibilidad de infección. Prometía ser un año de mucha tensión. No le iban a dejar solo. Posiblemente Earvin pensó que retirarse era la mejor alternativa", dijo Riley.
La NBA, al margen
Curiosamente, la NBA se mantuvo el lunes al margen de la polémica y dejó que sus médicos defendieran a Johnson. El comisionado David Stern expresó su apoyo continuo a Magic y esto fue todo. El director del sindicato de jugadores, Charles Grathman, también estaba obligado a mantener una postura neutral, pero sus palabras mostraron cierta decepción. "La NBA es sencillamente un microcosmos de la sociedad en general", señaló Grathman. "Por cada jugador que se sentía inquieto había muchos más que no lo estaban. Pero no puedo hablar por todos. Existen 325 opiniones individuales".Cada uno de los médicos de Johnson afirman que su condición física no ha cambiado desde hace un año. El doctor Rogers, que también es médico asesor de la NBA, calificó las críticas de los jugadores como "despreciables" en declaraciones que hizo al diario The New York Times y afirmó que la retirada de Johnson es un golpe para los médicos investigadores. "Tenemos 12 años de experiencia con el sida y miles de deportistas que han participado posiblemente en millones de partidos y no hay ni un caso documentado de una infección", declaró Rogers. El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, afirmó que el retiro de Johrison "envía una señal equivocada a las empresas y al público infectado con el virus del sida porque Magic era un ídolo para la gente".
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