Praderas inhóspitas

"Yo soy una adalid de otro concepto de zonas verdes". Es Esperanza Aguirre, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, gobernado por el PP. "La jardinería tradicional española no tiene nada que ver con las grandes extensiones de pradera, y sí con los setos de aligustre, el sotobosque, los grandes paseos con árboles, las plantas aromáticas -romero, tomillo, espliego-, el terrizo, a los niños les encanta jugar con la tierra. La pradera y el hormigón, de los que tanto se ha abusado, son los peores enemigos de un auténtico parque".

Pone como ejemplo de lo peor el parque de Tierno Galván, en Madrid. "Es un sitio inhóspito". "No quiero acabar con las praderas, pero sí creo que se ha abusado de ellas y que hay que racionalizar su uso". Salva algo: la jardinería realizada en la Expo.

El profesor de la escuela de jardinería Castillo de Batres, Carlos Torrecilla, también menciona lo esencial de planificar -"definir modelos según usos y zonas"- y de investigar con rigor. Destaca lo hecho en la Expo y en California: "Allí se ha probado otra posibilidad de ajardinamientos sin merma del valor ornamental; con quercus, yucas, chaparral, como una investigación seria y enraizada en la tradición española".