El Ayuntamiento espía a los trabajadores de la funeraria en el proceso de su privatización

El Partido Popular, que gobierna el Ayuntamiento de Madrid, está dispuesto a todo, incluso al espionaje, en el proceso de privatización de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios. Las escuchas propias de las mejores novelas negras pueden ser un buen método para conocer las intenciones de sus trabajadores. La Concejalía de Sanidad tiene conocimiento grabado de las asambleas de los empleados y diseña estrategias a partir de lo que se dice en estas reuniones.

El lunes de la semana pasada, los trabajadores de la funeraria municipal organizaron a las tres de la tarde una asamblea en la cafetería del tanatorio norte, situado junto a la M-30, para discutir la intención del Ayuntamiento de privatizar el 49% de las acciones de esta empresa mixta.En la asamblea intervinieron Ramiro Contreras, portavoz de CC OO en el comité de empresa, y Enrique Lillo, asesor de Comisiones Obreras. Los hasta ahora funcionarios están inquietos porque temen que con la semiprivatización llegue una regulación de empleo o sencillamente el despido de una parte de la plantilla.

Dos días después de la asamblea, en el pleno que la corporación municipal celebró el miércoles, el futuro de los empleados de la funeraria también se dilucidó en el banquillo en el que se sientan los concejales del grupo del PP, entre sombras. El concejal de Sanidad, Simón Viñals, presidente de la funeraria, recibió a media sesión una nota firmada por uno de sus asesores, José Ignacio Echániz Salgado, Iñaki.

Viñals olvidó la nota en su asiento y luego desapareció. El concejal, al darse cuenta del significado de la pérdida, buscó desesperadamente el papel, sin resultados.

Éste es el contenido del escrito: "Ayer oí la cinta de la asamblea de trabajadores. He diseñado una estrategia que espero dé buenos frutos. Luego te lo cuento. Uno de los pasos es la entrega a cada trabajador de esta carta del alcalde, que te pido te firme hoy. (Va por los dos lados escrita para ahorrar papel al fotocopiarla.) Un abrazo. Iñaki".

José Ignacio Echániz Salgado, Iñaki, ratificó ayer a este periódico la veracidad de lo mencionado en este escrito, excepto que había escuchado el contenido de la asamblea en una grabación. Esta información no se le suministró. Echániz confirmó que la carta en la que el alcalde "tranquiliza por escrito" a los trabajadores sobre su continuidad laboral había sido elaborada por deseo del concejal de Sanidad, que se la pidió ese día al primer teniente de alcalde, Luis María Huete, y al alcalde, José María Álvarez del Manzano.

La carta de Álvarez del Manzano a los empleados de la funeraria todavía no ha sido enviada, pese a estar redactada desde al menos el miércoles. Varios portavoces sindicales han indicado que sospechan desde hace tiempo que sus asambleas son grabadas, pero también que no tienen pruebas.

Se desconoce por qué la carta del alcalde no ha llegado en estos momentos a su destino. Fuentes relacionadas con la funeraria interpretan que sólo puede ser porque el alcalde no quiere comprometerse con su puño y letra en algo que a lo mejor no puede cumplir en el futuro -mantener la plantilla actual- o porque el momento no es el más adecuado, cuando ya se han mantenido contactos con varias empresas interesadas. En la carta, el alcalde insiste en que los puestos de trabajo no corren peligro.

La funeraria cerrará el año con un déficit de unos 700 millones, justo en el ejercicio en que se han incrementado notablemente las tarifas de todos sus servicios (hasta el 135% en algún caso), lo que situará su deuda en unos 12.000 millones.

"Si después de lo que se les ha dicho los trabajadores todavía no están tranquilos es que no quieren estarlo", explicó Echániz Salgado.

Viñals no pudo, en todo el día de ayer, ofrecer su versión sobre este particular sistema tecnológico de la Concejalía de Sanidad para el control de las asambleas de trabajadores y desde cuándo se practica.