El voto de censura contra el primer ministro yugoslavo refuerza el poder de Milosevic

La Cámara de los Ciudadanos (Cámara baja) del Parlamento Federal Yugoslavo aprobó ayer, con 93 votos a favor y 24 en contra, el voto de censura al Gobierno del primer ministro yugoslavo, Milan Panic. Slobodan Milosevic, el presidente de Serbia y del Partido Socialista Serbio (PSS), aliado con los ultranacionalistas e instigador del imperialismo serbio, completó la primera parte de su proyecto para derrocar al primer ministro Panic.

El segundo acto para la derrota del Gobierno federal puede cerrarse hoy, si la Cámara de las Repúblicas, convocada en sesión plenaria, confirma la moción de censura contra Panic, que ha intentado sin éxito frenar la política agresiva de Milosevic hacia Croacia y Bosnia y romper el aislamiento en que se encuentra sumida la nueva Yugoslavia.La Cámara de las Repúblicas está compuesta por 20 diputados de Serbia y otros 20 de Montenegro. Los diputados montenegrinos se desvincularon de las directrices políticas de Belgrado y anunciaron que votarán a favor de la permanencia de Panic. Aunque quedara, formalmente, en el poder, ya que se necesita la mayoría en las dos Cámaras para el derrocamiento, Panic no dispone de ningún instrumento para la continuación de su política. Más aún, la caída de Panic pone en peligro la alianza entre Serbia y Montenegro.

El ultranacionalista Partido Radical Serbio (PRS) convocó ayer, junto a los socialistas, una sesión extraordinaria del Parlamento federal para discutir la política de Panic e iniciar la moción del voto de censura. Para tratar de frenar las consecuencias de la posible caída del Gobierno federal, el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic, convocó una reunión urgente del Consejo de Estado -compuesto por los presidentes y los primeros ministros de Serbia y de Montenegro, junto con el Gobierno federal-.

Freno imposible

El consejo estuvo reunido a lo largo del día de ayer, sin resultado alguno. Panic fue derrotado en la Cámara del Parlamento federal controlada por los socialistas y los ultranacionalistas. La oposición no tiene diputados en el Parlamento, puesto que boicoteó las elecciones federales.El dúo federal -Cosic y Panic- cuenta con pocos instrumentos para frenar la coordinada y minuciosamente planificada marcha de Slobodan Milosevic hacia la destrucción de las instituciones federales, con las cuales, después de largos titubeos, la comunidad internacional ha comenzado a dialogar. Cosic es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, pero Milosevic controla la policía, los grupos irregulares y al Ejército serbio en Croacia y en Bosnia.

Por eso, no fue una casualidad que la delegación de los radicales serbios de Bosnia se retirase justamente ayer de las conversaciones en Ginebra, en desacuerdo con la Constitución propuesta por los expertos internacionales para la futura organización de Bosnia-Herzegovina. Al mismo tiempo el presidente de la autoproclamada república serbia de Krajina, Goran Hadzic, recorre Serbia amenazando con el traslado de sus tropas a Belgrado para apoyar a Milosevic. El Partido Socialista Serbio defiende la integración de las partes de Croacia y de Bosnia ocupadas por los serbios al territorio de la nueva Yugoslavia (la Gran Serbia), a pesar de las sanciones internacionales y la negativa de la comunidad internacional a reconocer el cambio de las fronteras. A cambio, Milan Panic ofreció el reconocimiento de las repúblicas de la antigua Yugoslavia.